Bolsonaro desafía a la justicia y clama por amnistía en un acto multitudinario en Río

Bolsonaro desafía a la justicia y clama por amnistía en un acto multitudinario en Río

Ante miles de seguidores vestidos con los colores verde y amarillo de la bandera brasileña, Bolsonaro insistió en que la narrativa del golpe ha sido “inventada” y que ahora debe demostrar su inocencia.

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a negar este domingo que el asalto a Brasilia del 8 de enero de 2023 haya sido un intento de golpe de Estado y defendió una amnistía para los condenados por los hechos, en un acto multitudinario en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro. Enfrentando múltiples acusaciones judiciales, el líder de la ultraderecha busca reposicionarse políticamente y mantener vivo su capital electoral de cara a 2026.

Negación y defensa de la amnistía

Ante miles de seguidores vestidos con los colores verde y amarillo de la bandera brasileña, Bolsonaro insistió en que la narrativa del golpe ha sido “inventada” y que ahora debe demostrar su inocencia. “Quieren verme preso o muerto”, exclamó desde el escenario, advirtiendo que si algunos de los condenados por los disturbios de enero de 2023 recibieron penas de hasta 17 años de cárcel, él podría enfrentar hasta 28 años.

El exmandatario y una treintena de sus excolaboradores han sido acusados por la Fiscalía de planificar el intento de golpe y de conspirar para impedir la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva tras su victoria en octubre de 2022. Entre el 25 y 26 de marzo, la Corte Suprema decidirá si acepta los cargos y abre un proceso penal en su contra.

Bolsonaro también cuestionó su inhabilitación política hasta 2030 por abuso de poder en la campaña de 2022 y dejó abierta la posibilidad de revertir la sentencia. “Si en 2026 se celebran unas elecciones sin Bolsonaro, será una negación de la democracia”, desafió, insinuando que su exclusión del proceso electoral es una estrategia para eliminarlo como opción política.

El proyecto de amnistía y su posible impacto

Uno de los temas centrales del acto en Copacabana fue la defensa del proyecto de amnistía que tramita en el Parlamento. Según Bolsonaro, esta medida solo beneficiaría a los involucrados en los hechos del 8 de enero, pero varios diputados del Partido Liberal (PL) han propuesto que sea “amplia, general y sin restricciones”, lo que podría incluir al propio exmandatario y rehabilitar su candidatura presidencial en 2026.

La manifestación sirvió como un termómetro del respaldo popular a Bolsonaro, aunque la convocatoria estuvo lejos del “millón” de personas que esperaban sus seguidores. No obstante, dejó en claro que su nombre sigue siendo el principal referente de la extrema derecha brasileña, con su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, asegurando que su padre “ganará las elecciones” y derrotará a los “enemigos de la democracia”.

¿Alternativas a Bolsonaro en 2026?

Aunque Bolsonaro sigue siendo la figura central del bolsonarismo, algunos sectores han comenzado a barajar alternativas en caso de que la justicia lo mantenga inhabilitado o termine en prisión. Entre los posibles candidatos se menciona al gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, quien estuvo presente en la manifestación, así como al popular cantante Gusttavo Lima.

Sin embargo, el propio Bolsonaro dejó en claro que no está dispuesto a ceder su liderazgo fácilmente. “Por el momento, soy candidato”, insistió, dejando abierta la puerta a su participación en las elecciones de 2026 y cuestionando por qué debería renunciar a su capital político para respaldar a otro postulante.

Críticas al juez Alexandre de Moraes

Uno de los blancos principales del acto fue el juez Alexandre de Moraes, relator del proceso contra Bolsonaro en la Corte Suprema. Algunos oradores lo calificaron de “dictador” y su hijo Flávio Bolsonaro llamó a los manifestantes a “derrotar al alexandrismo”. Aunque el expresidente fue más cauto en sus palabras, dejó entrever su preocupación por la decisión judicial que se tomará en los próximos días y que podría definir su futuro político y legal.

El asalto a las sedes del poder en Brasilia, ocurrido mientras Bolsonaro se encontraba en Estados Unidos, es la base de la acusación en su contra por conspirar para un golpe de Estado. La Fiscalía lo señala como el líder de una “organización criminal” que intentó mantenerse en el poder mediante maniobras ilegales y que podría enfrentar una pena de más de 40 años de prisión si es hallado culpable.

A pesar de su complejo panorama judicial, Bolsonaro apuesta a un regreso político al estilo de Donald Trump, a quien admira y de quien espera apoyo e “influencia” en su favor. Con la justicia y la política en plena disputa, el destino del exmandatario sigue siendo incierto, pero su presencia en las calles demuestra que aún conserva un fuerte respaldo entre su base electoral.

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