Tras su remodelación, es utilizado por los servidores públicos de la Capital para realizar prácticas de rescate.

El viejo tanque de agua que formó parte del emblemático hospital Diego Alcorta ha cobrado nueva vida gracias a una significativa remodelación pasando a formar parte del nuevo cuartel de Bomberos Voluntarios Santiago del Estero Capital. Esta estructura histórica, que en su tiempo cumplió una función vital para el hospital, ha sido puesta en valor con un nuevo propósito: ser un espacio para prácticas de rescate en altura con cuerdas a cargo del instructor subcomisario retirado José Daniel Peyene.

Esta transformación no solo conserva un patrimonio arquitectónico de Santiago del Estero, sino que también se convierte en un recurso fundamental para el Cuerpo de Bomberos Voluntarios. Gracias a su diseño y características, el tanque ofrece un entorno ideal para entrenamientos especializados, permitiendo a los servidores públicos perfeccionar sus habilidades en maniobras de rescate en altura, esenciales en situaciones de emergencia. Como práctica hicieron una tirolesa para recrear lo que sería la evacuación de un edificio, el rescate en un plano inclinado y rapel en negativa.

El proyecto destaca por su doble valor: preservar un símbolo histórico y ofrecer una herramienta práctica para la seguridad y el bienestar de la comunidad. Este esfuerzo demuestra cómo la conservación y la innovación pueden unirse para crear un impacto positivo en el presente, honrando al mismo tiempo la memoria de una infraestructura que marcó la historia de la ciudad.