«Que dé la cara, que tenga la valentía de ponerse en la boleta» dijo la sospechada de poner su oficina a disposición de un perito que pasó 4 horas borrando todo del celular de una asesora de Milman, el diputado que dijo «cuando la maten, yo estoy camino a la costa».
De cara a las próximas elecciones, la precandidata a la presidencia por Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, habló este sábado sobre su plan de Gobierno y apuntó contra el oficialismo: “Hay que terminar este modelo que extrae dinero todos los días de cada uno de los argentinos y no toma decisiones que son importantes”.
En declaraciones a Radio Mitre, Bullrich aseguró que las primeras decisiones de su gestión estarían destinadas principalmente a bajar la inflación. “Vamos a tener que trabajar muy duro y explicándole a la gente muy bien cuáles son las medidas que vamos a tomar para que la Argentina definitivamente deje atrás el camino inflacionario y entre en un camino de estabilidad”, dijo.
“Me preocupa la herencia pero no me preocupa que tengamos que tomar el toro por las astas, porque la gente lo va a entender y porque se lo vamos a explicar con claridad. Nosotros queremos cumplir con la institucionalidad argentina» aseveró, pese al evidente manejo que a gusto y antojo hacen de la Corte Suprema de Justicia (¿institucionalidad?, y agregó «aunque lleguemos con muletas, nosotros cerremos en eso. No como está adelantando el kirchnerismo que dice que nos van a sacar en helicóptero, nosotros somos distintos. Se van a encontrar con un gobierno bien parado, con toda la fuerza y con toda la fuerza social”, expresó Bullrich.
“Yo espero que las cosas sean normales. La inconciencia del propio gobierno que no hace nada para evitarlo es responsabilidad de ellos, nuestra responsabilidad es llegar al 10 de diciembre. Nosotros queremos normalidad institucional”, siguió.
Al ser consultada por su vínculo con Javier Milei, precandidato presidencial de La Libertad Avanza, la ex ministra de Seguridad afirmó: “Nosotros ahora estamos trabajando en un paso previo que es que Juntos por el Cambio llegue a la elección con la fórmula más competitiva”.
“Creo que se va a ordenar en base a un proyecto contundente que haga cambios de fondo, como el que yo represento. Hay muchos lugares donde se comparte quizás con gente que piensa como Milei, pero no que forma parte de la fuerza, porque la decisión de su fuerza es ir por su lado”, agregó. Además, dijo que el diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, “busca acercarse” a su partido. “Para mí, más ideas liberales que se sumen a Juntos por el Cambio son bienvenidas”, señaló Bullrich.
Por otra parte, adelantó los nombres de Luciano Laspina y Carlos Melconian, como dos de los economistas que lideran equipos que a su vez se harían cargo de las decisiones económicas en el país en caso de que ella acceda a la presidencia. “Vamos al bimonetarismo. La dolarización, desde nuestro punto de vista, podría dejar a más del 95% de nuestra economía con menos competitividad. Vamos a mantener la moneda nacional”, sostuvo.
Finalmente, la dirigente de la fuerza opositora apuntó contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, y sigue asegurando que le ganaría en caso de enfrentarse en una disputa electoral: “Yo quiero discutir con la responsable de lo que hoy nos pasa en la Argentina. El kirchnerismo tiene que poner la cara, que ella dé la cara” dijo, pese a que intentaron asesinar a la expresidenta y la bala del arma de fuego que le pusieron a centímetros del rostro no salió, y de que fue condenada con «toneladas de prueba» (según los medios del PRO y Juntos por el Cambio) que, en realidad, no contienen una sola evidencia (el mecanismo fue muy bien explicado por el papa Francisco AQUÍ).
“Que se ponga en la boleta, que tenga la valentía de ponerse en la boleta presidencial. Cristina se esconde. No se hace cargo de este gobierno, ella es la que lo trajo a Fernández aquí, la que lo trajo a Guzmán, la que llevó el país al desastre total y absoluto con impuestos sobre impuestos”, cerró, sin hacer la más mínima alusión a las 24 mil pymes que cerraron en el gobierno de Macri, los tarifazos brutales y la impagable deuda contraída con el FMI, de 45 mil millones de dólares, de los que el país no vio un solo centavo en obras ni en nada.