Tras las elecciones, el Ejecutivo prepara una reestructuración profunda que incluiría la salida del canciller Gerardo Werthein y del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Guillermo Francos también aparece en duda.

El Gobierno nacional se prepara para una nueva reconfiguración del gabinete tras las elecciones, con la salida confirmada de Gerardo Werthein de la Cancillería y de Mariano Cúneo Libarona del Ministerio de Justicia. La medida forma parte de un plan más amplio que apunta a reducir estructuras y fortalecer áreas estratégicas de gestión.

Entre las opciones que se analizan figura la fusión de los ministerios de Seguridad y Justicia, lo que implicaría una reestructuración de peso dentro del esquema político del presidente Javier Milei.

En ese marco, el nombre del intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, suena con fuerza para asumir la conducción del nuevo ministerio unificado. Junto a él, se mencionan a Alejandra Monteoliva como posible responsable del área de Seguridad y a Sebastián Amerio en Justicia.

La movida también podría afectar a otras carteras: según fuentes oficiales, la continuidad de Guillermo Francos en Interior aún no está asegurada, mientras crece la influencia de Santiago Caputo, quien consolida su rol como principal operador político del Gobierno.

De concretarse, los cambios marcarían el inicio de una nueva etapa de gestión, con una estructura más concentrada y un gabinete alineado a la estrategia política del entorno presidencial.