Carlos Pérez habría recibido una importante suma de dinero mientras la familia y los fiscales comenzaban con la búsqueda del nene de cinco años.
La Justicia Federal investiga un posible delito de trata detrás de la desaparición de Loan Danilo Peña y desde este domingo analiza una transferencia bancaria que recibió Carlos Pérez, el capitán de navío retirado que fue detenido el viernes pasado junto a su esposa María Victoria Cavailla.
Los investigadores pudieron confirmar que Pérez recibió una importante suma de dinero mientras se avanzaba con la búsqueda del nene de cinco años y ahora tratan de confirmar si es cierta la coartada que dio el exmilitar.
El marido de la exfuncionaria dijo a los investigadores que el dinero recibido era de una indemnización que cobró de la Armada y que con esa plata tenía la intención de comprarse una casa rodante. Sin embargo, la Justicia todavía no pudo confirmar esta versión.
En las últimas horas, se comenzó a investigar si Pérez y Cavailla fueron hasta Chaco. Lo que se sospecha es si ambos fueron a un pueblo llamado “La Tigra”, ubicado a 200 kilómetros de la capital chaqueña.
El supuesto motivo por el que el matrimonio habría ido a La Tigra es que ahí vive la persona a la que le iban a comprar la casa rodante con el dinero que supuestamente había recibido Pérez de la indemnización de la Armada.
Los dos sospechosos van a ser indagados mañana por la mañana por los fiscales, luego de que se hayan cumplido las 72 horas correspondientes. También serán imputados por un delito más grave que el de abandono de persona.
“Hoy no le creemos absolutamente a nadie de esa mesa”, señaló una fuente importante de la investigación a Sergio Farella.
En los allanamientos del viernes por la noche se secuestraron un pantalón y un acolchado que tenían una mancha rojiza. Ambas prendas se mandaron a analizar para corroborar si se trata de sangre o de alguna otra sustancia.
También buscan elementos llamativos en los teléfonos de los tres nuevos detenidos —Cavailla, Pérez y el comisario Maciel—, mientras se espera por la información pedida a los países limítrofes. No se descarta ni la hipótesis del secuestro —hoy la más sólida— ni la de homicidio.