Los alimentos perecederos, como leche, queso, yogur, son los más afectados. También las bebidas con alcohol y los productos de limpieza y tocador.
En mayo, el consumo masivo cayó 10% a nivel interanual y acumula una merma del 7,8% en el último año, de acuerdo al relevamiento que elabora la consultora Scentia.
«Se mantiene el escenario de retracción, algo más desacelerado que abril, cuando la caída habia trepado al 13,8% «, consignó la consultora.
Sobre las ventas de mayo, el informe de Scentia destaca que el comportamiento entre canales fue muy parecido a partir de una contracción de 10,5% en supermercados y 9,5% en negocios de barrio. Según cuenta Osvaldo del Río, analista de la consultora, “no es menor la base con la que se compara cada uno, dado que los supermercados estaban con un alza del 7,8% el año pasado, mientras que los autoservicios caían más de 12% en el mismo periodo”, publica Clarín.
No hay casi diferencia en la situación de los supermercados en las distintas zonas del país. En cambio, sí la hay en los autoservicios, con un impacto negativo mucho más fuerte en el Interior.
Todas las canastas mostraron resultados negativos en ambos canales y se mantiene el proceso de desaceleración del precio promedio ponderado, ya por debajo del 300% interanual.
Los rubros más afectados
De acuerdo con el sondeo, la gente está recortando más cierto tipo de productos. Por caso, la categoría más afectada por el nuevo derrumbe en el consumo es la de alimentos perecederos, que tuvo una merma del 20,5% interanual. Aquí entran productos como los lácteos (queso, yogur), que están entre los que más aumentaron.
De cerca le siguieron las bebidas, que tuvieron un retroceso del 19,1% interanual en su variante con alcohol, mientras que las sin alcohol se derrumbaron un 18,3%.
En tanto que los productos de higiene y cosmética, limpieza y los impulsivos, entre los que están las golosinas y snacks, registraron una caída en sus ventas de entre 12% y 14%.
Las categorías con menor impacto en la caída fueron los alimentos de desayuno y merienda (-6,5%) y el rubro alimentación en general (-1,2%), que incluye a los productos más básicos.
Acerca de la desaceleración que pudo notarse en las ventas respecto de lo ocurrido en abril, en las grandes cadenas de retail señalan que las ventas están en el nivel del mes pasado y sin expectativas de que la situación cambie en el corto plazo.
“El poder adquisitivo de la gente aún no mejoró, con lo cual no esperamos grandes cambios al menos hasta fin de año”, comentó una fuente supermercadista.
También según del Río, “de haber alguna mejora, será hacia fin de año, pero eso no modificará el cierre del 2024, que vemos negativo entre un 7% y un 8% respecto del 2023, a partir de pronósticos que con nuestros datos hacen las consultoras económicas″, señaló.