El Santuario de la Virgen de Sumampa se convirtió en el epicentro de la devoción y gratitud, ya que peregrinos de todas partes se reúnen para cumplir promesas y expresar su agradecimiento por las bendiciones recibidas.
Este santuario, con un profundo significado para la provincia, se erige a 236 km de la ciudad Capital, en un lugar que ha atraído a creyentes y turistas por generaciones. La pequeña capilla, hogar de la “Madre del Consuelo”, abre sus puertas para recibir a miles de visitantes cada año, quienes llegan con corazones llenos de fe y esperanza.
La jornada especial fue un recordatorio de la conexión profunda que la comunidad tiene con la Virgen de Sumampa. Peregrinos de diversas partes del país se han congregado para compartir sus historias de fe, agradecimiento y devoción. Algunos vienen en busca de consuelo en tiempos difíciles, mientras que otros expresan su gratitud por las bendiciones recibidas a lo largo del año.
La “Madre del Consuelo” se erige como un faro de esperanza, brindando consuelo a los corazones necesitados y guiando a los peregrinos en su viaje espiritua.
La Virgen de Sumampa se viste de devoción y amor, mientras sus fieles le rinden homenaje, creando un vínculo único entre lo terrenal y lo divino.