La comunidad santiagueña se congregó para celebrar la 40° edición del Vía Crucis en Bicicleta y en Moto, un evento religioso que se realiza en la ciudad Capital en Semana Santa.
Desde tempranas horas de la mañana, los peregrinos se reunieron en la Parroquia de Nuestra Señora de Sumampa para dar inicio a esta tradición que honra a Jesucristo y que en esta oportunidad contó con la imagen de Santa Mama Antula.
Con una emotiva ceremonia de apertura, los devotos expresaron su gratitud por los 40 años de este acontecimiento que ha unido al pueblo santiagueño en torno al camino del calvario de Jesucristo. En el cual hubo momentos significativos, llenos de fe, rezos y emociones.
El Vía Crucis, que inició puntualmente a las 8 de la mañana, recorrió distintos barrios de la Capital, pasando por lugares emblemáticos como la Capilla Virgen del Valle, Don Bosco, Virgen de Fátima, Santa Rosa de Lima, Parroquia La Piedad, San José Obrero, Mailín, San Roque, Santa Rita, Luján, Sagrado Corazón de Jesús, San Francisco y la Catedral Basílica, en una ruta que evoca la pasión y la entrega de Jesús en su camino hacia la crucifixión.
Este año se realizó en una fecha especial, el 29 de marzo, coincidiendo con el Viernes Santo, lo que añadió un significado aún más profundo a la experiencia para los participantes. La presencia de asistentes de otras provincias como San Juan, Mendoza, Catamarca y Tucumán, entre otras, demostró el impacto y la trascendencia de esta celebración religiosa más allá de las fronteras de Santiago del Estero.
Con un espíritu de unidad y devoción, esta edición del Via Crucis en Bicicleta y en Moto dejó una huella imborrable en el corazón, reafirmando la importancia de mantener vivas las tradiciones que fortalecen la fe y la comunidad en tiempos de reflexión y recogimiento espiritual.