El gobierno de Javier Milei enfrenta una agenda de pagos de deuda extremadamente desafiante que, según el informe de coyuntura de CIFRA, explica la renovada presión del FMI para que el país acumule reservas.
En los próximos 18 meses, Argentina deberá afrontar vencimientos de capital e intereses que ascienden a cerca de US$ 47.800 millones con bonistas y organismos internacionales. Al sumar los compromisos con acreedores privados, la cifra total de vencimientos supera los US$ 57.000 millones, una agenda de pagos que condiciona toda la macroeconomía.
El Regreso al Endeudamiento y Drenaje de Divisas
Tras una fase inicial de desdolarización forzosa, la economía ha virado hacia un nuevo ciclo de endeudamiento. Con el salvataje del FMI y otros organismos, la deuda externa pública se disparó hasta alcanzar un récord de US$ 197.499 millones en el segundo trimestre. Dos agravantes son clave: casi la mitad de esta deuda está en manos de organismos internacionales y es de muy corto plazo.
En paralelo, se registró una aceleración de la fuga de dólares. Desde que se flexibilizaron las restricciones cambiarias, más de US$ 32.000 millones se fueron al exterior. A esto se suma que la apertura y apreciación cambiaria han disparado las importaciones, con un crecimiento de las cantidades importadas en más del 36%, y de bienes de consumo final en un 62,7% interanual.
Mientras tanto, las proyecciones comerciales más optimistas para 2026 estiman que Argentina apenas lograría juntar US$ 9.000 millones por la vía comercial, muy por debajo de los US$ 19.000 millones logrados en 2024.
Un Patrón Histórico Ineludible
Esta dinámica no es casual, sino que reproduce una estructura histórica donde el endeudamiento externo y la fuga de capitales condicionan la viabilidad macro. Desde 1976, el esquema se repite: cada ciclo de apertura financiera comienza con un fuerte ingreso de divisas vía deuda y termina con una sangría equivalente o superior por fuga de capitales privados.
- Dictadura (1976-1983): La deuda se multiplicó por seis y medio, mientras la fuga rondó los US$ 23.000 millones.
- Años 90 (Menem/Cavallo): La deuda trepó hasta los US$ 145.000 millones y la fuga acumuló cerca de US$ 80.000 millones.
- Kirchnerismo (2003-2015): A pesar del desendeudamiento y la reducción del ratio deuda/PBI a su mínimo histórico (17%), la fuga de capitales no desapareció, totalizando unos US$ 70.000 millones.
- Macri (2016-2019): El patrón se invirtió abruptamente: la deuda externa total saltó de US$ 75.000 millones a US$ 323.000 millones, con salidas netas de capitales por US$ 86.000 millones.
La serie histórica muestra un cuadro preocupante: el 87% de los dólares que ingresaron por endeudamiento desde 1976 terminaron fugados.
El Esquema Actual
Con la gestión de Milei, el informe registra un giro opuesto al período anterior, un retorno pleno al esquema de valorización financiera, caracterizado por un fuerte aumento de la deuda financiera (el «festival de obligaciones negociables») y una reducción de la deuda comercial.