La Vicepresidenta ratificó su intensión de sumar apoyo al incluir como tópico clave una problemática que afecta todos los días a su base electoral: la inseguridad, durante su discurso por el Día de la Militancia en el estadio Diego Maradona de La Plata.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reafirmó esta semana el respaldo mayoritario del peronismo de la provincia de Buenos Aires luego de incorporar la problemática de la seguridad como una de las prioridades de la agenda pública y ya más de un dirigente impulsa su candidatura para las elecciones del próximo año.
«La ’10’ del Frente de Todos tiene un único nombre: Cristina Kirchner», afirman jugando con el contexto del Mundial de fútbol varios intendentes con fuerte peso electoral, tras el masivo acto del jueves en La Plata y la cena posterior que compartieron en la residencia del gobernador Axel Kicillof.
Ante el pedido de los jefes comunales y las voces dentro del FdT que promueven públicamente su postulación, la Vicepresidenta se encargó de calmar las ansiedades y de administrar los tiempos durante su discurso por el Día de la Militancia en el estadio Diego Maradona de La Plata, donde una multitud recordó el 50° aniversario del regreso de Perón a la Argentina tras 17 años de exilio.
Frente a un estadio colmado, en el que se estrenó el lema «La fuerza de la esperanza» y que coreó con insistencia la consigna «Cristina Presidenta», Fernández de Kirchner advirtió: «Como decía el General, todo en su medida y armoniosamente».
Con el presidente Alberto Fernández de gira por el exterior con motivo de la cumbre del G-20 y un discurso de la titular del Senado sin reclamos estridentes al Ejecutivo, cedió la tensión interna y en el FdT se perfila un cambio de ánimo, en tiempos en los que la fiebre mundialista canaliza las emociones hacia un fervor alimentado por la expectativa.
Ese clima de esperanza y de ilusión se propagó en el acto por el Día de la Militancia, tanto entre los militantes como entre los dirigentes con responsabilidades de gestión, quienes dijeron estar convencidos de que «existe 2023» y que es posible lograr una victoria en las urnas, venciendo así una ola de desmoralización que parecía haberse adueñado de casi todo el oficialismo tras la derrota en las legislativas de 2021.
El jueves, en la provincia de Buenos Aires, escenario de la madre de todas las batallas por ser el distrito al que apostó siempre el PJ para intentar una diferencia de votos, Cristina Kirchner ratificó su centralidad y su capacidad para sorprender al incluir como tópico clave una problemática que afecta todos los días a su base electoral: la inseguridad.
La Vicepresidenta y sus colaboradores saben, al igual que el resto de los espacios internos del justicialismo, que sin el apoyo de los municipios del conurbano será imposible disputar una interna dentro de la coalición oficialista y mucho menos dar la pelea contra Juntos por el Cambio en las elecciones generales.
En esa línea, la reflexión sobre la deuda de todos los Gobiernos en materia de seguridad y la referencia a la necesidad de un «orden» que genere tranquilidad en las familias, apuntan a encolumnar detrás de la exmandataria a los principales intendentes y referentes de la provincia de Buenos Aires, tal como se observó en la cena del jueves en la residencia oficial de Kicillof.
Allí pareció sellarse otra vez ese pacto tácito que los líderes del conurbano tienen desde hace años con Cristina Kirchner.
En la mesa, encabezada por la Vicepresidenta, estuvieron Kicillof, Andrés Larroque, Eduardo «Wado» de Pedro, Verónica Magario, Martín Insaurralde, Fernando Espinoza, Mayra Mendoza, Máximo Kirchner, Teresa García, Gabriel Katopodis, Gustavo Menéndez, Alberto Descalzo, Mariano Cascallares, Mariel Fernández, Mario Secco, Luana Volnovich y Jorge Ferraresi, entre otros.
Desde el entorno de la Vicepresidenta remarcaron que, al llegar al encuentro y saludar a la titular del Senado, todos los intendentes destacaban el fragmento del discurso sobre la seguridad.
«Fue unánime. Todos agradecieron que se hable de uno de los mayores problemas que tiene la gente», consignaron las fuentes.
En su discurso previo, Fernández de Kirchner había dicho: «Las fuerzas de seguridad son una parte de la solución, pero también son una parte del problema si no se subordinan al poder civil».