Entran dentro de esta categoría aquellos cuyo tratamiento anual supera los 20.600 dólares, una cifra imposible de pagar tanto para los pacientes como para las obras sociales. Son indicados para patologías complejas como algunos tipos de cáncer y ciertas enfermedades autoinmunes.
Recientemente, la Superintendencia de Servicios de Salud publicó la Resolución 3934/2024 en el Boletín Oficial, donde establece que, a partir de ahora, las prepagas y las obras sociales con planes cerrados, es decir aquellas donde los beneficiarios deberán atenderse exclusivamente con los prestadores incluidos en la cartilla; los medicamentos de alto costo y las prácticas asociadas sólo podrán ser recetados por médicos que pertenezcan a la misma.Si bien esta medida busca evitar prescripciones innecesarias y mejorar la trazabilidad de los tratamientos, de modo que el acceso a estos medicamentos esté regulado y controlado para optimizar los recursos del sistema. Esta resolución también plantea desafíos significativos para los pacientes que requieren estos medicamentos de manera urgente y dependen de la agilidad y eficiencia del sistema de salud. “El alto costo de los medicamentos ha sido una preocupación constante en el sistema de salud, representando una carga financiera significativa tanto para los pacientes como para el sistema de salud en general. Para el sistema sanitario, representan una presión financiera significativa que puede derivar en recortes en otros programas de salud o en el aumento de la práctica ilegal de “copagos” para los pacientes. Mientras tanto, para los usuarios, el acceso a este tipo de medicamentos puede implicar una carga económica importante, incluso llegando al empobrecimiento.” comenta Mario Koltan, Presidente de Boreal Salud. Según el último nomenclador, los 10 medicamentos más costosos son: |
De acuerdo con el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB), la venta de medicamentos de venta libre registró una caída del 35% entre diciembre de 2023 a abril 2024. Además, los recetados también registraron una baja del 20% en el mismo período. Estas cifras, demuestran que el alto costo de los medicamentos sigue siendo una limitante en cuanto al acceso a tratamientos esenciales, lo que puede derivar en consecuencias graves para los pacientes y para la salud pública. Hoy, la gran mayoría de los pacientes no pueden enfrentar los costos de los medicamentos y aún menos si se trata de los de alto valor. Asimismo, según un informe publicado por el Observatorio de Costos de la Salud de la Unión Argentina de la Salud (UAS), los valores de los fármacos en el país son considerablemente más altos que en otras economías comparables como España, llegando a costar 5 veces más que en el país europeo, lo que genera serias dificultades para los pacientes y una carga significativa para el sistema de salud en general. Ante esta problemática, es necesario explorar estrategias integrales que involucren a todas las partes interesadas. Esto incluye la participación del Estado en medidas para fomentar la competencia en el mercado de medicamentos, promover la transparencia en la fijación de precios y fortalecer los sistemas de salud para negociar precios más bajos. Asimismo, implementar políticas que garanticen un acceso equitativo a los medicamentos, como programas de subsidios y sistemas de reembolso son una práctica cada vez más necesaria ante la crisis actual que vive el sistema sanitario. “El Estado debe intervenir en cuanto a los precios de medicamentos, como se pudo hacer en otros momentos por encima de IPC o Costo Salud. Este ritmo de aumentos no es sostenible para ninguno de los actores sociales. Un sistema de salud de calidad debe ser accesible y asequible para toda la población, sin que el costo de los medicamentos se convierta en una barrera para el acceso a tratamientos esenciales o crónicos”, finaliza Koltan. |