La Policía lo detuvo junto a su hermano y a un “soldadito” en allanamientos que se realizaron de manera simultánea.
Sentado a la mesa con un plato de cocaína enfrente y los cortes de plástico en sus manos, fue hallado en el comedor de su casa armando los envoltorios para comercializar. Junto a él estaba un “soldadito”, que esperaba la “producción” para hacer el reparto.
La banda narco que operaba desde su búnker principal en el barrio El Brete, de la ciudad de La Banda, tenía un “apoyo” de expendio en el barrio 25 de Mayo. Los líderes de la organización y principales nexos son hermanos de tienen 42 y 44 años, respectivamente.
Los hermanos estaban “bajo la lupa” de los efectivos de la Dirección de Drogas Peligrosas desde hacía varios meses. Pero la investigación, en su inicio, se centró en un delincuente en ascenso. Se trata del “cabecilla” de la organización fue desbaratada anteayer en La Banda. En su juventud, el detenido, alias “Yiyo”, se hizo conocido en el ambiente delictivo por delitos menores: robos y hurtos, tanto en propiedades como a ocasionales transeúntes, lo que dieron el inicio a su “romance” con la delincuencia.
Pero en los últimos años, su nombre comenzó a sonar entre los consumidores bandeños. El “Yiyo del Brete” se escuchaba en las calles, entre los adictos. Es así que la Policía comenzó a asentar sus averiguaciones en ellos. Tras realizar un seguimiento con material fílmico y fotográfico, los investigadores señalaron el domicilio donde se realizaba el acopio y la distribución del estupefaciente. El mismo se realizaba en una casa del barrio El Brete y su principal boca de expendio era en el barrio 25 de Mayo; la casa de su hermano.
Durante el “golpe” que dieron los efectivos que fue requerido por la Fiscalía de Narcomenudeo de Banda y Robles, a cargo de la Dra. Flavia Torres y dispuestos por el juez de Control y Garantías de Banda y Robles, Dr. José Luis Torrelio, además de las detenciones de los hermanos y de un “soldadito” de 20 años, se incautó 140 gramos de cocaína y 94 envoltorios de dicha sustancia, listos para la venta. Además, 949 gramos y 133 bagullos de marihuana y la sustancia triturada lista para preparar.
En su casa, el jefe de la “PyME familiar” preparaba para la venta hasta medio kilo de cocaína por fin de semana.
Además de hasta los dos kilos de marihuana que vendía por semana. Toda la sustancia era distribuida por los “soldados” como pasamanos en la calle y en las canchas donde se reunían a jugar al fútbol.