La denunciante descubrió que la «letrada» que contrató para una demanda contra su expareja no está matriculada en el Colegio de Abogados, y nunca inició en tribunales el trámite para el cual había recurrido a sus «servicios».
La fiscal Eugenia Callegaris y personal policial de la División Delitos Económicos se encuentran abocados a investigar la denuncia que realizó una vecina del barrio Jerarquizado Municipal de la Capital, que acusa a una mujer de haberla estafado haciéndose pasar como abogada, por cuyos servicios le abonó una suma aproximada a 1.500.000 pesos, en distintas entregas.
En su denuncia, la damnificada relata que en octubre del año pasado y por recomendación de un amigo, se contactó por teléfono con una mujer de apellido Domínguez, que residiría en el barrio Ciudad del Niño, a fin de contratar sus servicios legales, ya que aseguraba ser abogada litigante, y que trabajaba en sociedad con reconocidos abogados y abogadas del fuero local.
Manifestó que la denunciada decía que realizaba trabajos de procuración con dichos colegas, lo cual la hizo desconfiar de los servicios legales que ofrecía. Ante ello se dirigió al Colegio de Abogados para consultar si dicha mujer contaba con matricula profesional, sobre lo cual le respondieron de manera negativa.
La afectada fue mucho más allá en sus averiguaciones y trasladándose hacia el Palacio de Tribunales consultó el expediente supuestamente iniciado en el fuero civil, donde también tuvo una respuesta desfavorable, ya que nunca se había iniciado expediente alguno.
La contratación de los servicios de la supuesta profesional se concretó a los fines de efectuar una demanda en contra de su ex pareja, y procurar recuperar un automóvil que el sujeto había adquirido, utilizando la tarjeta de débito de ella para obtener préstamos sin su consentimiento. Incluso, confiando en la falsa letrada le entregó un dinero para que cancele una deuda en una entidad bancaria, relacionada a un préstamo que sacó con su tarjeta –sin que ella lo supiera- el hijo de una amiga, la cual le pidió no realizar la denuncia.
Ante todo ello y con el patrocinio de los abogados Laura Argañaráz y Leandro Jiménez radicó la denuncia en contra de la falsa letrada, a la que acusa por los delitos de estafa, defraudación y usurpación de títulos y honores.