Desmontan una red de espionaje en Nueva York mientras se hace la Asamblea de la ONU

Desmontan una red de espionaje en Nueva York mientras se hace la Asamblea de la ONU
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Los agentes secuestraron más de 100.000 tarjetas SIM y 300 servidores en una red clandestina con capacidad para interferir en las comunicaciones en plena Asamblea General.

El Servicio Secreto de Estados Unidos desbarató de manera sigilosa una compleja red de telecomunicaciones que operaba en las afueras de Nueva York. El sistema estaba en condiciones de inutilizar antenas de telefonía móvil y hasta bloquear las llamadas de emergencia al 911, en el mismo momento en que unos 150 jefes de Estado y de Gobierno se preparaban para arribar a Manhattan por la Asamblea General de la ONU. Para los investigadores, se trataba de un dispositivo clandestino diseñado para sembrar caos en un escenario de máxima vulnerabilidad para la ciudad.

El operativo permitió incautar más de 300 servidores SIM y un stock superior a las 100.000 tarjetas SIM, en instalaciones ubicadas a poco más de 50 kilómetros de la sede de Naciones Unidas. De acuerdo con las fuentes oficiales, se trata de una de las mayores amenazas contra la infraestructura de comunicaciones que se haya detectado en suelo norteamericano. La advertencia es clara: un sistema así podría dejar sin conexión a una urbe que depende de la red no solo para la vida cotidiana, sino también para la asistencia en emergencias y la seguridad nacional.

La irrupción de líderes mundiales en hoteles céntricos y el despliegue de comitivas oficiales que colapsan Manhattan expusieron la fragilidad de un frente nuevo de riesgo: el ataque directo a las redes invisibles que sostienen a una ciudad moderna. Para las autoridades, el hallazgo refleja que la infraestructura digital es tan vulnerable como la física.

La red fue localizada en agosto, en el marco de una investigación más amplia del Servicio Secreto sobre posibles intentos de manipulación de telecomunicaciones que apuntaban a altos funcionarios. El expediente había comenzado meses antes, durante la primavera boreal, tras una seguidilla de “amenazas telefónicas anónimas” dirigidas contra tres autoridades estadounidenses: un agente del propio Servicio Secreto y dos miembros de la Casa Blanca. Varias de esas comunicaciones fueron calificadas como “fraudulentas”.

Según explicaron los investigadores, los servidores estaban distribuidos en distintos puntos y funcionaban como verdaderos bancos de teléfonos virtuales. Eran capaces de generar llamadas masivas, enviar mensajes de texto en cantidades industriales y disfrazar conversaciones cifradas de organizaciones criminales. De hecho, tenían la capacidad técnica de despachar hasta 30 millones de SMS por minuto de manera anónima.

«No se puede subestimar lo que este sistema es capaz de hacer«, advirtió Matt McCool, agente especial a cargo de la oficina del Servicio Secreto en Nueva York. «Puede desconectar torres de telefonía móvil, por lo que la gente ya no puede comunicarse, ¿verdad? Uno no puede enviar mensajes de texto, no puede usar su celular. Y si combinan eso con algún otro evento asociado con la Asamblea General de Naciones Unidas, ya saben, usen su imaginación, podría ser catastrófico para la ciudad».

Pese a la magnitud de lo encontrado, las autoridades aclararon que no hay pruebas de un plan específico para interrumpir la Asamblea General ni indicios actuales de amenazas concretas contra Nueva York.

minutouno.com

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