Entre el 29 de julio y 1 de agosto se produce un acontecimiento maravilloso donde miles de peregrinos se acercan a entregarle amor a la imagen de la Virgen de Huachana.
Historiadores aseguran que el origen de la Virgen de Huachana está relacionado con la Misión Jesuítica y cuando estas fueron abandonadas, luego de la expulsión, hubo saqueos en las instalaciones. La imagen pudo haber sido trasladada desde allí hasta el lugar del verdadero hallazgo en el Paraje Tako Punco. En ese sitio, en un hueco de un arbusto, fue encontrada por Telésfora Verón.
La imagen de la Virgen de Huachana, una talla en madera de una sola pieza, posee una de sus manos quemada, de cuando se la halló en el monte de churqui, una especie leñosa presente en la región. Por este motivo, inicialmente se la comenzó a venerar como la Morenita del Churqui. Tiempo después, tras el fallecimiento de Telésfora, la familia se trasladó hasta Huachana donde siguieron adorándola.
Al principio no tenía manto ni corona, simplemente un vestido azul con mangas blancas y un lazo dorado en la cintura. A partir, de 1990 se la cubrió con un manto verde, como se la observa en la actualidad. Se eligió ese color como símbolo del monte donde la imagen fue hallada. La historia relata que en varias oportunidades funcionarios y sacerdotes quisieron trasladarla, pero los caminos se volvían intransitables, señal clara que la Virgen de Huachana deseaba quedarse allí.
En la actualidad, este Santuario de la Virgen de Huachana, a cargo del Obispadado de Añatuya, recibe a más de 100.000 peregrinos muchos de los cuales arriban de las provincias de Salta, Tucumán, Jujuy, Santa Fe, Chaco, Buenos Aires e incluso desde el vecino país, Bolivia.