La mujer no advirtió que no había concluido la operación y dejó «servida» su cuenta a quien llegara después de ella.
Una mujer identificada como Mercedes del Valle Jiménez, de 45 años y de ocupación directora de la escuela Nº350 de la localidad de San Pablo, se presentó en sede policial para denunciar la estafa de la que fue víctima.
Según indicó la damnificada, el pasado 26 de noviembre fue a sacar dinero de un cajero automático y retiró 30 mil pesos, quedando en su cuenta una suma igual a esa. La directora guardó lo que acababa de extraer pero olvidó su tarjeta puesta y la cuenta abierta, es decir, a disposición de cualquiera que llegara después de ella.
Al día siguiente, cerca de las 20 horas recién advirtió que no tenía el plástico. El 28 consultó a un empleado del banco si no le habían entregado su tarjeta, pero este le respondió que no. El 29 dio de baja la tarjeta y solicitó una nueva.
Este pasado jueves 1 de diciembre, la víctima fue al banco a sacar dinero por cajero humano y se encontró con la desagradable sorpresa de que desde su cuenta sehabía pedido un préstamo al banco por 700 mil pesos, y que en la misma fecha se realizó una extracción de 20 mil y una recarga de Personal Flow por 2 mil.
Por si fuera poco, la persona que la estafó hizo una compra en un kiosco por 20 mil pesos más, y otras dos recargas al teléfono, de 1.500 y 2.000 pesos. Acusó de complicidad al dueño del kiosco, pues es imposible que acepte una tarjeta a quien no es su titular.
El fiscal Carlos Vega ordenó elevar el legajo a la División Delitos Económicos.