La baja aceptación del canje de deuda deja pesos sueltos, justo cuando los bancos piden mayor liquidez.
En la reunión semanal del directorio del BCRA de este jueves se juega una pieza clave: la flexibilización de los encajes bancarios bajo la presión de los bancos, que empujan para que se liberen pesos, como anticipó LPO.
Pero hubo una señal de alarma: como este miércoles Economía sólo pudo renovar el 60% de los 11 billones de deuda en pesos que vencía, ese exceso de liquidez «suelto» en el sistema puede empujar al dólar hacia arriba y le quita incentivos al Palacio de Hacienda para sumarle los pesos que liberaría una baja de encajes.
Como camino intermedio los bancos están proponiendo que la integración del efectivo mínimo (encajes) pase de un exigencia diaria a semanal. Los bancos proponen esta flexibilización como parte de la estrategia para que bajen las tasas de interés.
«En una licitación en la que vencía deuda por un monto de $11,4 billones, el Tesoro renovó el 60,3% colocando $6,9 billones. El pago en efectivo de los $4,5 billones restantes brinda cierto alivio a la situación en la que se encuentra la liquidez, que provocó que las tasas vuelen (ayer REPO en A3 cerró a 97,53% TNA)», señaló el economista Hernán Letcher.
En una licitación en la que vencía deuda por un monto de $11,4 billones, el Tesoro renovó el 60,3% colocando $6,9 billones. El pago en efectivo de los $4,5 billones restantes brinda cierto alivio a la situación en la que se encuentra la liquidez, que provocó que las tasas vuelen.
«No hubo colocación en títulos dólar-linked. Todo lo colocado fue a tasa fija, principalmente en los títulos con vencimiento 28 de noviembre, 30 de enero y 30 de abril. El nivel de tasas previo y la necesaria liberación de pesos de hoy son el resultado de la fuerte política contractiva que llevó adelante el BCRA para que no haya pesos que vayan contra el dólar», agregó Letcher.
Eso significa varias cosas: por un lado, la renovación fue incompleta, quedaron $4,5 billones que entraron directamente en efectivo, lo que inyecta liquidez de golpe en el sistema.
Esto no es necesariamente malo porque el Gobierno aspira a volcar más dinero en la calle, empezar a revertir parte de la fuerte esterilización de pesos que se produjo para contener presiones cambiarias. Pero el riesgo es que parte de esos pesos se vuelquen al dólar.
Por eso la discusión con los bancos sobre los encajes o inmovilización de depósitos, que son una de las herramientas que el BCRA utiliza para controlar la liquidez ya que reduce lo que pueden prestar o invertir. Cuando se relajan los encajes, se libera liquidez, que puede impulsar crédito, actividad, consumo, pero también puede alimentar una corrida hacia el dólar, que es el mayor temor de Economía.
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