Según un comunicado oficial, las autoridades han presentado cargos penales contra tres personas, incluida una figura clave vinculada con la Guardia Revolucionaria de Irán.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló este viernes un estremecedor intento de asesinato contra el presidente electo, Donald Trump, presuntamente planeado por Irán, el cual fue frustrado por las autoridades estadounidenses. Según un comunicado oficial, las autoridades han presentado cargos penales contra tres personas, incluida una figura clave vinculada con la Guardia Revolucionaria de Irán, quienes habrían conspirado para asesinar a Trump antes de las elecciones presidenciales de 2024.
Detalles
El plan para asesinar a Trump fue orquestado por un alto funcionario de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, quien, según los documentos presentados en un tribunal federal de Manhattan, dio instrucciones a un contacto identificado como Farjad Shakeri. Este último recibió órdenes en septiembre de 2024 para elaborar un plan detallado para el asesinato del presidente electo, quien para ese entonces estaría en medio de su campaña reeleccionista.
De acuerdo con la denuncia formal, Shakeri habría sido instruido a centrarse exclusivamente en el asesinato de Trump, dejando de lado otros esfuerzos en los que estaba involucrado en nombre de Irán. El funcionario de la Guardia Revolucionaria también le habría dicho que, en caso de no poder concretar el plan para el 7 de octubre de 2024, el régimen iraní pausaría la operación hasta después de las elecciones, pues consideraba que Trump perdería la reelección y sería más sencillo matarlo fuera del radar de la política estadounidense.
Arrestos
La investigación condujo a la detención de dos ciudadanos estadounidenses, Carlisle Rivera y Jonathon Loadholt, quienes fueron arrestados en Nueva York. Los detenidos, de 49 y 36 años respectivamente, están acusados de colaborar con el gobierno iraní proporcionando información de vigilancia sobre un estadounidense de origen iraní. Según informes del Departamento de Justicia, ambos individuos hicieron su primera comparecencia ante el tribunal el jueves y ahora enfrentan cargos penales por su implicación en el plan.
Las autoridades no han revelado más detalles sobre la identidad del individuo de origen iraní que fue vigilado, pero se sabe que esta vigilancia formaba parte del esfuerzo mayor para llevar a cabo el atentado.
Reacciones
El director del FBI, Christopher Wray, condenó enérgicamente el complot, señalando que este tipo de acciones muestra «los continuos y descarados intentos de Irán de atentar contra ciudadanos estadounidenses». Wray enfatizó que Irán no solo está dispuesto a conspirar con criminales y asesinos a sueldo para llevar a cabo ataques dentro de suelo estadounidense, sino que estos actos no serán tolerados por las autoridades de Estados Unidos.
El Departamento de Justicia también expresó su preocupación por el contexto más amplio de estos intentos de asesinato, apuntando que las acciones iraníes podrían estar vinculadas a la venganza por el asesinato del general Qasem Soleimani en un ataque de drones ordenado por el presidente Trump en 2020. Soleimani, quien era uno de los principales comandantes de la Guardia Revolucionaria Iraní, fue una figura clave en el régimen iraní y su muerte generó tensiones diplomáticas y de seguridad que persisten hasta hoy.
El gobierno de Estados Unidos ha mostrado en múltiples ocasiones su preocupación por posibles represalias por la muerte de Soleimani, quien fue un objetivo clave de un ataque estadounidense. Desde entonces, se ha especulado sobre el posible intento de Irán de tomar represalias, no solo contra Trump, sino también contra otros altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos implicados en la decisión de matar al general iraní.
La presunta conspiración de asesinato también se suma a una serie de esfuerzos que Irán ha intentado en los últimos años para atacar a opositores o figuras que percibe como amenazas, incluidos disidentes dentro de la diáspora iraní en Occidente. Estos intentos han sido considerados por las autoridades estadounidenses como parte de una campaña más amplia de intimidación y represalia.
Implicaciones
Este incidente no solo revela la creciente amenaza de Irán contra figuras políticas de Estados Unidos, sino que también resalta las tensiones en la relación entre ambos países. A medida que se acerca la fecha de las elecciones presidenciales en noviembre de 2024, la situación internacional se perfila como un tema central de debate, especialmente en torno a las políticas de seguridad nacional de la administración Biden y la influencia de los eventos pasados, como el ataque a Soleimani, en las decisiones actuales.
Este incidente podría también afectar la narrativa en torno a la campaña presidencial, especialmente con Donald Trump como candidato republicano. Los intentos de asesinato y las amenazas de Irán podrían convertirse en un punto clave en los discursos de seguridad nacional de los candidatos, lo que incrementará la atención hacia la política exterior y las relaciones de EE. UU. con Irán en el contexto electoral.