La negociación por el Presupuesto 2026 ha entrado en una fase de caos político tras la decisión de Karina Milei de congelar los fondos destinados al Senado. Esta medida no solo ignora la inflación acumulada del 30%, sino que deja a Patricia Bullrich en una posición de extrema vulnerabilidad frente a los legisladores a los que les había prometido mejoras.

1. El quiebre de la confianza

Patricia Bullrich, en su rol de articuladora política en la Cámara Alta, había garantizado a los senadores —especialmente a los de bloques provinciales y radicales— que las partidas para el funcionamiento de la cámara serían actualizadas. El «no» rotundo de «El Jefe» (Karina) destruyó esa palabra empeñada.

• Impacto en la negociación: Los senadores ven en este gesto una señal de que el Ejecutivo no tiene intención de cumplir acuerdos.
• La advertencia de Villarruel: La Vicepresidenta, conocedora de la interna, le sugirió a Bullrich no «tirarse sobre la granada», anticipando que Karina utilizaría este conflicto para desgastar a ambas.

2. La obsesión por el ajuste vs. la viabilidad legislativa

La Casa Rosada intenta, a través de Bullrich, revertir las derrotas sufridas en Diputados. El objetivo es eliminar del presupuesto:

• El incremento de fondos para universidades.
• La emergencia en discapacidad.

Sin embargo, la oposición —liderada en los gestos por el radical Eduardo Vischi— ya ha rechazado estas modificaciones. El gobierno parece estar pagando el costo de las maniobras previas de Martín Menem en Diputados, que marginaron a los radicales del reparto de cargos en la AGN.

3. ¿Gobierno por decreto o rendición?

Ante la imposibilidad de modificar el dictamen que ya se firmó, el oficialismo enfrenta una disyuntiva de hierro:

• Aceptar el presupuesto «malo»: Dejar que se sancione la versión de Diputados (que el propio Milei dijo que no servía) para evitar la zozobra financiera.
• La «vía Bullrich»: La exministra propuso la idea de corregir la ley mediante un decreto posterior a su sanción. Esta opción ya ha sido calificada de inconstitucional por los senadores aliados, lo que sumaría un nuevo frente de conflicto judicial.

Conclusión: Un escenario de debilidad

El desplante de Karina Milei a la gestión de Bullrich muestra un gobierno que prioriza la disciplina fiscal interna y las jerarquías de palacio por sobre la construcción de mayorías legislativas. Con una sesión convocada para el próximo viernes, el oficialismo llega sin una estrategia clara, con sus aliados irritados y su principal negociadora desautorizada por su propio espacio. El riesgo de una nueva derrota legislativa o de una judicialización inmediata del presupuesto es más alto que nunca.