La medida tiene lugar en medio de los cortocircuitos por la forma de pago de la coparticipación.
El Secretario de Transporte de la Nación, Franco Mogetta, anunció que se recortarán los subsidios a las 31 líneas de colectivos que funcionan dentro de la Ciudad de Buenos Aires. La misma medida se tomará a partir de septiembre en la Provincia de Buenos Aires, en una decisión de fuerte impacto para el bolsillo de los trabajadores que también eleva la tensión a nivel político.
Respecto de los trabajadores, evidentemente las empresas de transporte tendrán que aumentar la tarifa para compensar lo que dejen de recibir vía subsidios. Pero también tiene un trasfondo político, porque la decisión del gobierno nacional perjudica a una Ciudad de Buenos Aires que ya viene sufriendo un recorte de la coparticipación federal.
El Gobierno nacional ha sido remiso en cumplir con la medida cautelar de la Corte Suprema que ordenó pagar el 2,95% de coparticipación a la Ciudad. No solo le adeuda desde 2022 sumas atrasadas por el recorte de esa coparticipación, sino que ahora la Nación le ofrece a la Ciudad pagarle 20.000 millones de pesos por semana y, en la última semana del mes, compensar la diferencia.
Sin embargo, el Gobierno porteño está evaluando ir a la Corte Suprema porque teme que la Casa Rosada sea discrecional en el momento de realizar esos pagos: sostiene que esos pagos tienen que fluir día a día a través de las cuentas del Banco Nación en forma automática y no ser sujetos a la decisión de pagar en determinada fecha.
El anuncio de la Nación, a través de Mogetta, de hacer el recorte de los subsidios al transporte también llega en momentos en que Mauricio Macri abrió un frente de conflicto con el Gobierno y salió a criticar no a Milei, pero sí a su entorno y a la falta de equipos. También publicó un informe de la Fundación Pensar con críticas: aunque elogió las medidas macroeconómicas, cuestionó los problemas que la política económica presenta en materia de empleo y atraso salarial. Macri siente la necesidad de darle identidad al PRO y recuperar el electorado que se corrió en las últimas elecciones y votó a La Libertad Avanza.
Es una tarea difícil para Macri porque su estrategia es apoyar al Gobierno, pero al mismo tiempo diferenciarse. Dentro del PRO también saben que el futuro con Milei es de competencia. Por más que lo apoyen en las decisiones de gobierno, lo cierto es que el Presidente y su hermana, Karina Milei, están armando La Libertad Avanza en distintos distritos y están dispuestos a salir a competir con el PRO por las listas de diputados y senadores.
En el Gobierno han salido a meterle presión al PRO básicamente a través de la coparticipación, recortando los desembolsos a la Ciudad de Buenos Aires y también haciendo el anuncio vinculado con las líneas de transporte.
Respecto de la Provincia de Buenos Aires, la situación es muy delicada. En el Gobierno de Axel Kicillof ya sabían que el Gobierno Nacional iba a recortar los subsidios al transporte colectivo dentro de la provincia, pero esto tendrá un fuerte impacto en los bolsillos de los trabajadores en un distrito que está muy empobrecido. No hay que descartar que en septiembre, cuando se concrete ese recorte, las empresas tengan que salir a aumentar la tarifa del transporte, lo que derivará en nuevos reclamos de aumento salarial.
Fuente: tn.com.ar