El gobierno de Javier Milei oficializó una nueva actualización parcial de los impuestos que gravan a los combustibles líquidos, que será trasladada de forma directa al precio que pagan los automovilistas en el surtidor. La medida quedó formalizada en el Decreto 782/2025, firmado por el presidente, el Jefe de Gabinete Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo.

El Gobierno libertario decidió actualizar parcialmente los montos del Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). Si bien estos tributos deberían ajustarse trimestralmente por la variación del IPC del INDEC, el Ejecutivo optó por una aplicación gradual para «morigerar» el impacto en el índice de inflación, una estrategia que ya utilizaron gobiernos anteriores.

El ajuste parcial regirá entre el 1° y el 30 de noviembre de 2025, y el incremento total pendiente —que incluye remanentes de 2024 y los primeros trimestres de 2025— se aplicará a partir del 1° de diciembre.

En los considerandos del decreto, el Gobierno justifica la medida parcial como un intento de mantener el equilibrio entre la recaudación fiscal y la estabilidad de precios, buscando «continuar estimulando el crecimiento de la economía a través de un sendero fiscal sostenible». De esta forma, el Ejecutivo ratificó la estrategia de gradualidad para evitar un salto abrupto en los precios que acelere aún más la inflación general.