La lista de presidentes y familiares de aquellos gobernantes que cobran jubilación de privilegio y tuvieron algún encontronazo con la Justicia es larga. Van desde Mauricio Macri, Eduardo Duhalde, Fernando de La Rúa a Alberto Fernández e Isabelita.
Este jueves el gobierno nacional decidió dar de baja la jubilación y pensión de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner tras la confirmación de su condena por administración fraudulenta en la causa Vialidad. Sin embargo, mantuvo los beneficios de privilegio para el expresidente Mauricio Macri – responsable del mayor endeudamiento con el FMI – y la viuda del dictador Marcelo Levingston, jefe de Estado en un gobierno de facto.
La resolución, publicada en el Boletín Oficial, argumentó que las asignaciones de privilegio “devienen jurídicamente incompatibles para quien haya cometido un delito en ejercicio de la misma función pública”. No obstante, el mantenimiento de los beneficios para otros exmandatarios y sus familiares despierta cuestionamientos. Mauricio Macri, condenado por irregularidades en la causa del Correo Argentino, sigue percibiendo $10,3 millones brutos. Por otro lado, Bety Andrés, viuda de Levingston, un presidente de facto que gobernó durante la última dictadura, continúa recibiendo una pensión mensual de $6,7 millones. “Es un doble estándar inaceptable que refleja la parcialidad en la aplicación de la ley”, señalaron desde sectores opositores.
Según una necrológica de Levingston publicada por Página 12 en junio de 2015, se lee que «gobernó el país tras la caída de Juan Carlos Onganía, en junio de 1970, hasta marzo de 1971, cuando cayó a raíz del Viborazo, una jornada de protesta gremial en la ciudad de Córdoba. “No me arrepiento de nada. Volvería a ser presidente de facto”, sostuvo alguna vez cuando un periodista le cuestionó su pasado». Y agrega: «Levingston fue parte de la llamada Revolución Argentina, que derrocó al radical Arturo Illia. Había sido jefe de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto y estaba en Estados Unidos, como representante del Ejército ante la Junta Interamericana de Defensa cuando la junta de comandantes en jefe integrada por el teniente general Alejandro Lanusse, el brigadier general Carlos Rey y el almirante Pedro Gnavi lo designó presidente de facto tras destituir a un Onganía debilitado por el Cordobazo y el asesinato del general Aramburu llevado a cabo por Montoneros. Nueve meses más tarde, ante las protestas que se sucedían en todo el país, los mismos comandantes le pidieron la renuncia».
También mantuvo la pensión de privilegio a Zulemita Menem por las presidencias de su padre aunque Carlos Menem también tiene condena confirmada.
La controversia reaviva el debate sobre las jubilaciones de privilegio, un sistema que beneficia no solo a expresidentes y vicepresidentes, sino también a sectores como el clero y el Servicio Exterior de la Nación.
Cabe señalar que también cobran jubilación de privilegio los ex presidentes Alberto Fernández (Frente de Todos) con $ 10,8 millones ($ 6,7 millones de bolsillo); Alberto Rodríguez Saá (Partido Justicialista), con $ 9,9 millones ($ 4,9 millones netos) y . nada más y nada menos que – María Estela Martínez de Perón (Partido Justicialista), con $ 5,3 millones. Asimismo, los ex vicepresidentes también son beneficiados con un haber de privilegio: Gabriela Michetti (Cambiemos) percibía en mayo $ 7,5 millones; Julio Cobos (Frente para la Victoria), $ 7,4 millones; y el actual secretario de Deportes y Turismo Daniel Scioli (FpV), $ 5,1 millones. .