El merecido gol y las lágrimas del «Changuito» Zeballos

El merecido gol y las lágrimas del «Changuito» Zeballos

El santiagueño “facturó” ante Godoy Cruz, después de 28 partidos, para completar la goleada del Xeneize ante el Tomba. Sus sensaciones.

“Changuiiiito, Changuiiiito”, bajó de las tribunas después de su precisa definición frente al arquero de Godoy Cruz para completar la goleada de Boca, darle el primer triunfo en los 90 minutos a Fernando Gago y sumar tres puntos valiosos para la tabla anual.

En el festejo, Exequiel Zeballos se quebró y se le llenaron los ojos de lágrimas después del abrazo de sus compañeros.

Su gol llegó después de un largo camino recorrido por las graves lesiones sufridas en los últimos dos años, una de tobillo en agosto de 2022 ante Agropecuario por la Copa Argentina y otra de rodilla en octubre de 2023 frente a Belgrano en la Copa de la Liga.

“Estoy muy contento, lo necesitábamos. Trabaja mucho este equipo, seguimos unidos y van a venir los resultados”, dijo el “Changuito” al Canal de Boca después de la goleada 4-1 que lo tuvo como uno de los grandes protagonistas. Después de que empezó su calvario, había podido anotar apenas dos goles. Y del anterior pasaron 28 partidos.

¿Por qué la emoción y las lágrimas? “Y… Por todas las cosas que pasé en estos años, en este año y medio, me emocioné, mi familia, agradecer a mi familia, a mi señora, a Noelia, a mi bebé, a Bianca, que me dan la fuerza de seguir adelante. Y yo le tengo que dar un ejemplo a mi hija que, más allá de las adversidades, siempre hay que estar con alegría y siempre esperar el momento este que siempre he esperado”.

Con Gago, parece ser que el “Chango” tendrá la continuidad que siempre soñó con la azul y oro. “Espero que sea positivo y sigamos convirtiendo. Pero bueno, Dios es así, hay que siempre tener fe con todos los chicos y bueno, contentos y así es”, completó el delantero.

Gago y una promesa a los chicos de la 9na División

Fernando Gago no para un segundo y aprovecha su estadía en el club que lo vio nacer para aportar toda su experiencia. No solo como entrenador, sino también para contribuir en el crecimiento de los juveniles. “Fernando me llamó y me dijo si podía hablar con los chicos”, comentó Mauro Navas, exfutbolista y ahora entrenador de la Novena.

Lo curiosidad de este gran gesto es que tuvo un valor agregado: una divertida apuesta que les hizo a los pibes.

“Nos prometió que si este sábado ganábamos y hacíamos tres goles, nos traía una camiseta firmada por todos los jugadores; y si no, le teníamos que pagar una factura y una coca”.

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