La mayor parte de las adhesiones fueron presentadas por organismo como el BCRA, ANSeS y agencias públicas. La adhesión fue del 78%.

   

El Gobierno argentino reprogramó el pago de deuda por un monto de 7,4 billones de pesos hasta el año 2025. Este canje de deuda en pesos, el quinto realizado durante la gestión del presidente Sergio Massa, logró despejar gran parte de los vencimientos entre junio y septiembre, con una adhesión del 78%, uno de los niveles más altos desde la primera operación en agosto del año pasado.

El ministro de Economía celebró este canje de deuda a través de su cuenta de Twitter, destacando que fue el más grande en términos de vencimientos en el mercado doméstico en la historia argentina. El Tesoro enfrentaba vencimientos por un total de 9,3 billones de pesos, pero gran parte de estos pagos estaban en manos de organismos estatales como el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de ANSES, el Banco Central y agencias y bancos públicos. Esta participación del sector público garantizaba en cierta medida una aceptación del 70% en la operación.

El resultado obtenido, con una adhesión del 78%, significó que una cuarta parte del stock en manos de tenedores privados fue canjeado más allá del año 2024, lo cual es considerado significativo por los analistas. Aunque la adhesión fue la más alta durante la gestión de Massa y hubo una participación del 90% por parte de los bancos, el resultado estuvo por debajo del 81% obtenido en agosto del año pasado.

El Gobierno argentino ha estado buscando estabilizar el mercado de deuda en pesos y prolongar los plazos de vencimiento más allá de las elecciones de 2023. Para lograr esto, ha llevado a cabo varios canjes de deuda en los últimos meses. En esta ocasión, se ofrecieron siete instrumentos con ajuste por inflación, dólar vinculado y bonos duales, atendiendo a las demandas de los bancos y fondos vinculados.

Con el resultado de este canje, los pagos de deuda se redujeron significativamente en los próximos meses. Sin embargo, el Banco Central ha tenido que emitir una cantidad considerable de pesos en el año para comprar deuda y asistir al Tesoro, lo que ha generado preocupaciones en términos de presiones inflacionarias y monetarias.

En resumen, este canje de deuda permitió al Gobierno argentino reprogramar los pagos por un monto de 7,4 billones de pesos hasta el año 2025, aliviando los vencimientos en los próximos meses y logrando una alta adhesión del 78%. Sin embargo, el sector público continúa desempeñando un papel clave en la sostenibilidad de la deuda en manos de tenedores privados.