El pontífice ha dejado atrás el estado crítico y se encuentra en un proceso de convalecencia, alejado del riesgo inminente para su salud.

El estado de salud del Papa Francisco ha mejorado significativamente después de 25 días de tratamiento hospitalario. Según los informes médicos, el pontífice ya no se encuentra en peligro inminente, lo que ha generado un sentimiento de alivio entre sus seguidores y la comunidad católica en general.

Durante su tiempo en el hospital, el Papa recibió atención especializada y seguimiento constante, lo que ha permitido un avance en su recuperación. Los médicos han indicado que el pontífice está realizando progresos en su salud y se encuentra en un proceso de convalecencia supervisado.

Esta mejora permite que el Papa pueda participar en actividades más ligeras, aunque aún se mantiene el enfoque en su descanso y recuperación plena. La Santa Sede ha agradecido las oraciones y los mensajes de apoyo que han llegado desde diversas partes del mundo, reflejando la preocupación y el cariño que despierta el líder católico. La evolución positiva en su estado de salud es un motivo de esperanza tanto para el Papa como para sus fieles.