El proceso de «remonetización» no se haría con un aumento de la cantidad de dinero en circulación, sino a través de divisas, según el Milei.
Ayer, Javier Milei amplió la información sobre el plan de competencia de monedas que tiene previsto implementar una vez que se elimine el cepo. En este sentido, afirmó que la meta es detener por completo la emisión de pesos y que la reintroducción de la moneda tenga lugar utilizando los dólares que la población guarda en sus hogares.
Sin embargo, por supuesto, esto se aplicaría también a las divisas depositadas en cuentas a plazo fijo o cajas de seguridad. El Jefe de Estado cerró el Foro IEFA Latam, evento auspiciado por el empresario José Luis Manzano y que también contó con la participación del director del área del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés.
Javier Milei apunta a reducir la circulación de pesos
En su discurso, Milei insinuó algunos indicios sobre los planes del gobierno para levantar el cepo. No obstante, no proporcionó detalles sobre el momento exacto de esta medida, considerando la urgencia de continuar acumulando reservas y al mismo tiempo reducir el exceso de circulación de pesos en la economía. El concepto de «dolarización sintética» mencionado en Wall Street se alinea con el plan delineado por el Presidente ayer.
Por un lado, la propuesta consiste en cesar la emisión monetaria para financiar al Tesoro, una medida que requeriría la aprobación de una ley y que conllevaría sanciones comparables a las establecidas para los crímenes de lesa humanidad para quienes la incumplan. Sin embargo, esto no sería el único aspecto de la estrategia, ya que simultáneamente se eliminarían otros métodos de emisión, como aquellos destinados a cubrir los pasivos remunerados emitidos por el BCRA.
“Vamos a dejar un mínimo de pesos en circulación y el proceso de remonetización de la economía tendrá que darse sacando plata del colchón”, señaló Milei, en obvia referencia a los dólares que las familias guardan como forma de ahorro y en definitiva de preservación del patrimonio.
En resumen, se llevaría a cabo un procedimiento completamente opuesto al experimentado por Argentina en los últimos años. Esto implica que durante periodos de mayor actividad económica, no se incrementaría la cantidad de pesos en circulación, lo cual suele ser la respuesta estándar del Banco Central ante la demanda de dinero.
Por el contrario, se mantendría constante el nivel de la base monetaria (tal como está ocurriendo en la actualidad) y se pretende fomentar el uso de dólares para las transacciones.
Este es un cambio de paradigma genuino, que en otras palabras persigue limitar considerablemente la libertad de movimiento del tipo de cambio una vez que se levante el cepo. La razón es que habrá una escasez significativa de pesos disponibles para competir con el dólar.
De alguna manera, ese modelo comienza a hacerse evidente en los primeros meses de la administración de Luis Caputo. Incluso, durante su discurso frente a empresarios convocados por el Cicyp, el ministro de Economía advirtió que la escasez de pesos aumentará con el paso del tiempo, lo cual concuerda con lo mencionado hoy por el Presidente.
Javier Milei habló del desequilibrio en el mercado financiero
Milei explicó que persiste un desequilibrio en el mercado financiero y sugirió que, por el momento, no se contempla acelerar la eliminación del control cambiario. En ocasiones anteriores, ya había señalado que se requieren al menos USD 15.000 millones para llevar a cabo dicha medida. De hecho, la mayoría de las restricciones impuestas por la administración anterior aún se mantienen vigentes en la actualidad.
También, negó la posibilidad de incrementar la depreciación de la tasa de cambio oficial, la cual sigue un ajuste periódico (o «crawling peg», en términos financieros) del 2% mensual. “No tiene ningún sentido hacerlo y quienes lo proponen no entienden nada, porque si al dólar importador le sumás el 17,5% está al mismo valor que los dólares financieros, es decir que no hay brecha”.