Fue en su despacho de la Casa Rosada y el encuentro tuvo lugar tras el faltazo del mandatario argentino a la cumbre del Mercosur en Paraguay; más tarde se iba a reunir con el paraguayo Peña.
En un intento por acercar posturas y dejar atrás algunos chispazos, el presidente Javier Milei recibió esta tarde en su despacho de la Casa Rosada a su par uruguayo Luis Lacalle Pou. La reunión transcurrió durante una hora, en la cual ambos mandatarios buscaron acercar posiciones tras el faltazo del jefe de Estado argentino a la cumbre del Mercosur, que se desarrolló en Asunción, Paraguay, la semana pasada.
Lacalle Pou arribó puntual a las 16 y unos minutos después comenzó la reunión con Milei, en tanto que se retiró a las 17.06, acompañado del embajador uruguayo en Buenos Aires, Carlos Enciso. Se fue satisfecho, más por el clima distendido del cónclave que por avances en temas concretos, publica La Nación.
A las 15.15, Milei había llegado a la explanada de la Casa Rosada proveniente de la quinta de Olivos, con margen para los dos compromisos acordados en su agenda, ambos con el mismo objetivo: distender los vínculos con dos vecinos cercanos y a la vez distantes.
Luego de recibir las cartas credenciales de la flamante embajadora de Paraguay en el país, Helena Felip Salazar, el Presidente concretó su postergado encuentro a solas con Lacalle Pou, con el fin de reforzar un vínculo deteriorado luego de la decisión presidencial de no concurrir a la cumbre de presidentes del Mercosur, el pasado lunes 8, en Asunción del Paraguay.
La necesidad de recomponer vínculos con los socios sudamericanos se extenderá, en pocas horas, al propio presidente de Paraguay, Santiago Peña, decepcionado por el faltazo del presidente libertario a la primera cumbre organizada por su país durante su mandato.
Sonriente, a paso rápido y acompañado por el embajador Enciso, Lacalle Pou llegó en auto negro a la Casa Rosada. Se fue una hora después, con la misma sonrisa, y sin hacer declaraciones.
La primera pista las dieron las fotos enviadas por Presidencia. Allí se ve a un distendido Lacalle Pou posar junto a un muy serio Milei, con solo dos copas de agua y el celular del presidente uruguayo como mudos testigos. Una tercera foto, largos minutos después, mostraba a ambos tomados de los brazos, en una toma más amigable. A simple vista, pareciera que la reunión sirvió para acercar posiciones, aunque no despejó del todo las nubes del vínculo bilateral. “Se habló de temas generales, hubo muy buen clima”, contaron, satisfechos, cerca del presidente de Uruguay luego del encuentro.
Coincidían, aunque más herméticos, desde la Casa Rosada, donde solo comentaban que la reunión salió “bien” a los ojos del gobierno libertario. El abrazo de bienvenida, coincidían las fuentes, fue efusivo, aunque Milei delegó en la Casa Militar la bienvenida y despedida del presidente de Uruguay, en la explanada por la calle Rivadavia, con una multitud de turistas y curiosos asistiendo a la escena, detrás de las rejas y el portón de salida de vehículos. “Bien, muy bien por suerte, gracias”, alcanzó a decir el presidente de Uruguay a radio Mitre, con la ventanilla baja y mientras su auto tomaba velocidad, a la salida de la reunión.
Varias veces prometida, la reunión entre Milei y Lacalle Pou se había retrasado demasiado para el gusto de ambas cancillerías. Luego de la asunción de Milei en diciembre, a la que asistió el presidente uruguayo, ambos cruzaron en abril, durante la cena de la Fundación Libertad, aunque no hubo margen para una reunión bilateral. En aquel encuentro, el presidente de Uruguay sorprendió con un fuerte discurso, en el que enfatizó sobre la importancia del rol del Estado y las instituciones democráticas. “Necesitamos un Estado fuerte”, dijo Lacalle Pou en aquella velada. “Hacen falta instituciones fuertes, y para eso una clara separación de poderes y una democracia fuerte”, sostuvo, y agregó: “Sin un Estado no todo podemos disfrutar de la libertad. El Estado te tiene que -como le decimos en Uruguay- ‘hacer piecito’; tenemos que tener un Estado fuerte para que el individuo pueda gozar del ejercicio de la libertad”, enfatizó, ante un auditorio de neto corte liberal.
En relación a la ausencia de Milei en la reciente cumbre de presidentes, Lacalle Pou lamentó “que no estemos todos presentes acá”, en aquella reunión, en la que la canciller Diana Mondino reemplazó al Presidente, y recibió la queja, no sólo del mandatario uruguayo, sino también la del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Luego de aquella queja pública, el lunes 8 pasado, en el Gobierno devolvieron gentilezas en el off the récord, dónde le endilgaban al mandatario uruguayo “haberse corrido a la izquierda”. Lo hacían en el contexto de la campaña electoral con vistas a las elecciones presidenciales del próximo octubre en Uruguay, dónde el actual presidente no será candidato, pero dónde apoyará a la coalición oficialista contra el opositor Frente Amplio.
La reunión, según habían anticipado fuentes oficiales, fue a “agenda abierta”, sin un temario pre-fijado, y “a solas”, según había aclarado también Adorni en su conferencia de prensa matinal, en Balcarce 50. Ambos mandatarios se volverían a cruzar, luego de ese cónclave, en el hotel Hilton, para compartir el panel de cierre de un seminario sobre terrorismo y seguridad, organizado por el Congreso Judío Mundial y el Congreso Judío Latinoamericano, en el aniversario número 30 del atentado a la AMIA.
Milei, Lacalle Pou y Peña compartieron el panel en ese seminario, aunque sólo Milei y Peña participaran este jueves a partir de las 9.53 del acto central de recordación del atentado terrorista, en la calle Pasteur al 600.
A pesar del desencuentro entre los presidentes, Uruguay y Argentina mostraron posiciones similares en relación al futuro del Mercosur, en los encuentros entre cancilleres, y luego entre presidentes. Luego de varios años de diferencias, el Gobierno se alineó con la posición tradicional de Lacalle Pou, quien reiteró su vocación de celebrar acuerdos bilaterales extra-zona (particularmente con China, pero también con Oceanía) sin la unanimidad de los cuatro socios. En la voz de Mondino, Argentina planteó una postura similar, poniendo énfasis en la “modernización” del Mercosur de cara al futuro, y la apuesta a un pronto acuerdo con la UE.