El Presidente de la Nación, Alberto Fernández, siguió de cerca los alegatos de defensa de la Vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Se sumó a las críticas a la Justicia pero advirtieron de un «infortunado» desenlace.
Este mediodía, el pleno del oficialismo escuchó con atención el esperado alegato de Cristina Kirchner en la tercera jornada de su defensa. Sin agenda oficial justamente por ese hecho político central para el Gobierno, Alberto Fernández escuchó el discurso completo, repleto de críticas a la Justicia, en su despacho de la Casa Rosada, acompañado únicamente por su amigo y secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello. Después, les expresó a sus colaboradores satisfacción con la declaración, en particular por un pasaje que coincidió con su propia presentación como testigo en la misma causa. Sin embargo, en su entorno deslizaron quejas sobre la excesiva centralidad que le está dando la Vicepresidenta a la agenda judicial, un tema alejado de las preocupaciones de los ciudadanos.
Alberto Fernández pasó la primera parte de la mañana en Olivos, en soledad, hasta que conversó com Carla Vizzotti para discutir los detalles del discurso para temas vinculados al Ministerio de Salud. Pasadas las 10.30, se desplazó a la Casa de Gobierno, donde no tenía prevista ninguna actividad oficial en atención a la centralidad que adquiriría el juicio oral que investiga irregularidades en las obras públicas concedidas al empresario Lázaro Báez en Santa Cruz. La audiencia había empezado a las 9.30, con el alegato del abogado de Cristina Kirchner, Carlos Beraldi.
El jefe de Estado llegó a Balcarce 50 en helicóptero pasadas las 11, apenas cuando estaba por comenzar el alegato, y siguió la defensa de la ex presidenta desde su oficina. Antes del alegato no había hablado con Cristina Kirchner, con quien la relación se mantiene cordial, pero distante luego de los largos meses de tensiones extremas que, dicen quienes los conocen, aminoraron. Tampoco se comunicaron después. En cambio, la vice se rodeó en los días y horas previas de sus abogados, del ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y del viceministro de Justicia, Juan Martín Mena.
Aunque ajeno de la intimidad de CFK, el Presidente expresó a los propios conformidad con lo que escuchó este mediodía. “Todo lo que dijo Cristina le pareció muy atinado”, dijeron funcionarios del entorno del primer mandatario que escucharon algunos de los comentarios del jefe de Estado. Y consideraron que el mensaje fue “mucho más técnico que político”, en contraste con el que había dado el 24 de agosto durante una presentación anterior de Beraldi, donde les pidió a los fiscales del caso, Sergio Mola y Diego Luciani, que “agarren la Constitución, los libros de derecho administrativo y el código penal y procesal”. “No muerden”, había ironizado en ese momento.
En la Casa Rosada destacaron, en particular, el pasaje donde la Vicepresidenta denunció la parcialidad de la Justicia con respecto a las responsabilidades de otros funcionarios durante la supuesta “asociación ilícita” para desviar fondos de obra pública a manos del empresario Lázaro Báez. En especial, en referencia al rol de los jefes de Gabinete durante el período investigado. ”Si me dan a elegir entre esta (Constitución) y la del 53 que hizo Juan Bautista Alberti, me quedo con la de Alberdi”, expresó hoy CFK al referirse a las responsabilidades del jefe de Gabinete según la Constitución, y recordó que es el ministro coordinador quien se ocupa del envío del Presupuesto al Congreso.
Cerca de Alberto Fernández recordaron que ese tramo coincide con el planteo que hizo el Presidente como testigo, en la misma causa, el 15 de febrero, en referencia a su propio papel en el gobierno de Cristina Kirchner, que cumplieron también Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina y Jorge Capitanich. “Lo de la asociación ilícita es una barbaridad, que no tiene ni pies ni cabeza. El Jefe de Gabinete es central en las partidas, y lo dejan afuera del juicio, algo que no tiene ni pies ni cabeza y está hecho premeditadamente”, opinó un altísimo funcionario, que consideró el argumento como “central”.
De todas formas, más allá de las coincidencias, el Presidente no había publicado, al momento de la publicación de esta nota, un mensaje de apoyo público a la Vicepresidenta. A pesar de que ayer en la Casa Rosada habían adelantado que Alberto Fernández expresaría un respaldo a Cristina Kirchner vía redes sociales. Quien sí se manifestó fue la portavoz, Gabriela Cerruti, que publicó un video que la muestra en la Casa de Gobierno frente a una pantalla viendo la declaración con el epígrafe “Perseguida por mujer y peronista” y, de fondo, la canción de Los caballeros de la quema “Avanti morocha”.
También coincidieron con la vice en que la sentencia “ya está escrita”. “Vemos pocas posibilidades de que la absuelvan, pero tenemos esperanzas”, dijeron.
Después de escuchar a Cristina Kirchner, el primer mandatario se dispuso a recibir a dos de los funcionarios de su máxima confianza: el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, que hasta hace pocos meses se desempeñaba como su Jefe de Asesores y el titular de la AFI, Agustín Rossi, con quien habla a diario. También se comunicó por teléfono con su ministro de Relaciones Exteriores y mano derecha, Santiago Cafiero, que está en Córdoba. “Estamos laburando desde que llegó a Rosada, en distintas reuniones de gestión”, dijeron.
Para el resto del día, como adelantó Infobae, Alberto Fernández no tenía más actividades publicadas. De hecho, anoche, en la agenda oficial del día que se difunde a diario, no habían especificado actos ni detallaron reuniones, a diferencia de la dinámica durante el resto del año. En cambio, la totalidad de los encuentros de hoy, jornada clave atravesada por la agenda judicial de Cristina Kirchner, se mantuvieron en reserva. Pero por la tarde se informó que hoy grabará el mensaje sobre el manejo de la pandemia para la apertura de la reunión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que fue convidado y asistirá de manera virtual.
Ayer también fue un día atravesado por los temas vinculados a la Justicia, por el debate que impuso la presidenta del Senado en el recinto a pesar del fuerte descontento que mostró la oposición para debatir sobre tablas la ampliación de la Corte Suprema de 5 a 15 miembros. Al final, con acuerdo de senadores disidentes, pero ocasionalmente aliados, el Frente de Todos logró la media sanción al proyecto, que ahora pasará a la Cámara de Diputados, donde la aprobación se perfila más complicada.
La agenda judicial se transformó esta semana, cómo se preveía, en el eje rector del oficialismo. Fue a instancias de Cristina Kirchner y de La Cámpora, que a través de sus redes buscaron dar centralidad a la causa Vialidad. En el sector moderado del Gobierno, si bien dijeron apoyar la defensa de la vice, se mostraron preocupados por la excesiva atención que le está brindando el oficialismo a ese tema, por encima de los problemas que realmente ocupan un lugar de importancia para los votantes, según la mayoría de las encuestas donde, por otro lado, los dirigentes del Frente de Todos sostienen altos niveles de imagen negativa.
Fuente: Infobae