El reloj de Casa de Gobierno volverá a marcar el tiempo tras una década de silencio

El reloj de Casa de Gobierno volverá a marcar el tiempo tras una década de silencio

La iniciativa de restaurar el reloj surgió recientemente, con la intención de devolverle su esplendor original. La máquina fue puesta en funcionamiento y volvió a sonar las campanas del edificio.

Después de casi diez años de inactividad, el emblemático reloj que corona la Casa de Gobierno de Santiago del Estero recuperará su esplendor. Esta histórica pieza monumental, que ha sido testigo de momentos trascendentales de la ciudad, volverá a dar la hora y a marcar los cuartos con el sonido de sus campanadas, devolviendo no solo su función práctica, sino también su valor simbólico.

Un símbolo de la historia y la resiliencia

La iniciativa de restaurar el reloj surgió recientemente, con la intención de devolverle su esplendor original. Tras una exhaustiva inspección, el mecanismo fue sometido a un minucioso proceso de reparación a cargo de un reconocido maestro relojero, quien trabajó con precisión y dedicación durante varias semanas para restaurar su funcionamiento.

Este reloj monumental, el más grande de la provincia, no es solo una pieza de maquinaria, sino un símbolo resiliente de la historia santiagueña. Las llamaradas del “santiagueñazo” en 1993, una revuelta social que dejó una marca en la ciudad, pudieron haber destruido esta obra, pero el mecanismo sobrevivió intacto. Aunque sus caras vidriadas resultaron dañadas, su resistencia se convirtió en un emblema de la perseverancia y la identidad provincial.

El reloj y su vínculo con la ciudad

En décadas pasadas, especialmente durante los años 70 y 80, el reloj ya había enfrentado problemas mecánicos que ocasionaron su deterioro y posterior paralización. Sin embargo, incluso en su silencio, su presencia en la cúspide de la Casa de Gobierno nunca dejó de ser un recordatorio del paso del tiempo y del crecimiento de Santiago del Estero.

La plaza principal, a los pies del histórico edificio, ha sido por generaciones un lugar de encuentro y contemplación. Es allí donde los detallistas y los más memoriosos reconocen la belleza arquitectónica que aún preserva la ciudad, aunque el ritmo acelerado de la vida actual haya hecho que muchos dejen de admirar estos íconos patrimoniales.

Recuperación del esplendor

En breve, las campanadas del reloj, diseñadas para marcar con precisión cada cuarto de hora, volverán a escucharse en el centro de la ciudad. Este regreso no solo simboliza la recuperación de un mecanismo histórico, sino también la revitalización de un símbolo que forma parte del patrimonio santiagueño y del edificio que, desde hace más de medio siglo, alberga al Ejecutivo provincial.

La restauración de esta pieza monumental representa un homenaje a la historia y un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, los símbolos de la identidad santiagueña logran mantenerse de pie, resilientes ante el paso del tiempo.

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