El reordenamiento del peronismo: La discusión por la presidencia de Diputados en el nuevo tablero legislativo bonaerense

El reordenamiento del peronismo: La discusión por la presidencia de Diputados en el nuevo tablero legislativo bonaerense
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En ocho días la provincia de Buenos Aires elegirá los próximos legisladores que definirán los destinos de los bonaerenses por los próximos dos años. Los últimos dos años de Axel Kicillof como gobernador y que lo pueden catapultar (o no) a una disputa por el sillón de Rivadavia.

El nuevo escenario legislativo aparece como atractivo en los popes que desembarcan en las bancas de Diputados, lo que abre una nueva discusión dentro del peronismo: La presidencia de Diputados.

Si las encuestas cumplen su presagio, el 10 de diciembre la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza y el alcalde de Almirante Brown, Mariano Cascallares, asumirán sus bancas por Fuerza Patria y asoman como dos nombres con peso propio para hacerse cargo del sillón más codiciado.

Sin embargo, según pudo reconstruir Mundo Gremial, la discusión por la presidencia de la Cámara comenzó con algunos nombres vetados. Un experimentado que recorre los pasillos legislativos advirtió que “es el momento para los nombres de perfil bajo y con trabajo para evitar los pesos pesados”.

Lo cierto es que las primeras conversaciones que se dan por la presidencia de Diputados ponen un escenario de doble comando, como sucedió en 2023. Sin embargo, la danza de nombres genera un final abierto en la discusión de fondo.

Encuestas en mano, el peronismo tendrá 39 diputados, convirtiéndose en la primera minoría, seguido por los 31 diputados que podría ostentar La Libertad Avanza si logra disciplinar a todos los legisladores PRO. Lejos, aunque con poder de decisión, aparece Somos Buenos Aires, aunque resta saber el comportamiento de los diputados que responden a Maximiliano Abad.

Este tablero genera una incertidumbre sobre la discusión de poder. Según pudo saber Mundo Gremial, hay tres nombres que ya tienen un veto para candidatearse por la presidencia del cuerpo. El primero es el de Mariano Cascallares, quién viene en nombre del gobernador Axel Kicillof y que logra el veto por el propio bloqueo que recibe la Casa de Gobierno por la alianza Máximo Kirchner-Sergio Massa.

El kicillofismo no logra encontrar el engranaje para viabilizar su poder en la Legislatura y en Gobernación admiten que podrían relegar lugares en la discusión “si es para garantizar la unidad”.
Por tradición del peronismo, si hay un veto, las diferentes tribus entregan un nombre para equiparar la discusión.

En La Cámpora aseguran que Mayra Mendoza irá como “diputada rasa” a cargo de los proyectos pesados, especialmente en los económico con Juan De Jesús, aunque algunos especulan con una potencial jefatura de bloque.

Otro de los que le tocó el veto es Rubén “Turco” Eslaiman, uno de los popes del Frente Renovador que conoce los rincones de la Legislatura, aunque con rechazo en algunos sectores del frente interno.

En ese marco, la fórmula Guerrera-Dichiara, que funcionó durante el primer tramo del segundo mandato de Kicillof podría repetirse, aunque de manera inversa. Esto sería una continuidad de Alexis Guerrera en 2026, marcando una continuidad de su gestión, y un cierre en plena campaña presidencial (y para la Gobernación) del diputado Alejandro Dichiara, quién encabeza la nómina en la Sexta Sección Electoral.

mundogremial.com

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