En conmemoración del 24 de marzo, Alberto Fernández se pronunció en redes sociales recordando a las víctimas de la dictadura argentina y denunciando «intentos de tergiversar la verdad» sobre los horrores del pasado.
En un día marcado por la memoria y la reflexión sobre uno de los capítulos más oscuros de la historia argentina, el ex presidente Alberto Fernández hizo un llamado a la sociedad para recordar y reflexionar sobre los horrores vividos durante la dictadura militar. A través de su cuenta oficial de Twitter, expresó su compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia, en un mensaje de conmemoración del 24 de marzo.
En su publicación, el ex mandatario hizo hincapié en la importancia de recordar a los desaparecidos: «Hoy más que nunca, en este día de conmemoración, reafirmamos nuestro compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia. Recordamos a los 30.000 desaparecidos, y nos comprometemos a seguir luchando por un país donde nunca más se repitan estos horrores».
En este aniversario del 24 de marzo, momento crucial en nuestra historia, es esencial recordar y reflexionar sobre los oscuros episodios de la dictadura en Argentina. En un momento en el que algunos intentan tergiversar la verdad, es nuestra responsabilidad mantener viva la… pic.twitter.com/owY9MK379P
— Alberto Fernández (@alferdez) March 24, 2024
El mensaje de Fernández no solo estuvo dirigido a la rememoración de las víctimas, sino también a señalar aquellos que «intentan tergiversar la verdad» sobre lo acontecido durante el último golpe militar en Argentina, asegurando que «es nuestra responsabilidad mantener viva la memoria y la verdad sobre lo sucedido».
Acompañando su mensaje, el ex presidente compartió un fragmento del alegato pronunciado en 1985 por el fiscal Julio César Strassera durante el histórico juicio a los responsables del terrorismo de Estado.
El pronunciamiento de Fernández se inscribe en un contexto político y social donde el debate sobre el pasado reciente de Argentina sigue siendo vigente. A lo largo de los años, diversas corrientes políticas y sectores de la sociedad han disputado la narrativa histórica en torno a los años de plomo, generando tensiones y polémicas en torno a la memoria y la justicia.
El recuerdo del 24 de marzo, más allá de ser una fecha de conmemoración, se erige como un recordatorio permanente de los peligros de la intolerancia y el autoritarismo, así como un llamado a la construcción de una sociedad basada en los valores democráticos y el respeto irrestricto a los derechos humanos.