La normativa tiene el objetivo principal de limitar los posibles abusos de esta nueva tecnología, además de fomentar la innovación en el continente.
La nueva ley de la Unión Europea para regular la inteligencia artificial (IA), una legislación inédita a nivel mundial, entró en vigor el jueves. La normativa tiene el objetivo principal de limitar los posibles abusos de esta nueva tecnología, además de fomentar la innovación en el continente.
Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, expresó en la red social X que la ley es un marco pionero de Europa para una inteligencia artificial segura.
Von del Leyen también afirmó que la nueva legislación impulsará el desarrollo de una IA en la que los europeos puedan confiar y brindará apoyo a las pequeñas y medianas empresas y a las compañías emergentes del continente para llevar al mercado soluciones de IA de vanguardia.
La norma adopta un planteamiento basado en el riesgo e impone a los diversos sistemas de IA limitaciones proporcionales a los peligros que plantean a la sociedad. Los sistemas que solo presenten un riesgo limitado estarán sujetos a obligaciones de transparencia muy leves, mientras que los de alto riesgo, utilizados por ejemplo en infraestructuras críticas, educación, recursos humanos o aplicación de la ley, estarán sujetos a requisitos reforzados antes de ser autorizados.
Estos requisitos incluirán, por ejemplo, un control humano, el establecimiento de una documentación técnica o la puesta en marcha de un sistema de gestión del riesgo.
En cuanto a las prohibiciones, la ley indica que se aplicarán en situaciones extremas y en aplicaciones contrarias a los valores europeos, como los sistemas de calificación ciudadana o de vigilancia masiva utilizados en China.
El nuevo reglamento fue adoptado por los 27 Estados miembros de la UE el 21 de mayo tras ser adoptado por el Parlamento Europeo con una amplia mayoría. Los legisladores de la UE llegaron a un acuerdo sobre este texto en diciembre, tras difíciles negociaciones en las que algunos países, como Francia, temían una regulación excesiva que amenazara el desarrollo de este sector.
La mayor parte de la legislación se aplicará a partir de 2026, pero algunas disposiciones ya serán vinculantes el año que viene.