Ante productores agropecuarios y empresarios del establishment, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Javier Milei y Gerardo Morales, entre otros, presentaron sus recetas económicas neoliberales y anunciaron «mano dura» para defender la propiedad privada y enfrentar la protesta social.
Seis precandidatos a presidente de la oposición fueron a dar examen al salón principal de la Sociedad Rural. Frente a productores agropecuarios y empresarios del Círculo Rojo hablaron desde el estrado los referentes del PRO Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, el ultraderechista Javier Milei, el radical Gerardo Morales, y los peronistas disidentes Miguel Ángel Pichetto y Juan Schiaretti.
Aunque los dirigentes de Juntos por el Cambio continuaron profundizando sus diferencias internas, todos los oradores coincidieron en varios puntos sobre lo que quieren para el futuro si llegan al gobierno nacional: reducir o eliminar las retenciones -el público aplaudía con fervor cada vez que lo decían-, reducir el gasto fiscal y aplicar «mano dura» cuando alguien «no respete la propiedad privada». Larreta, encargado de cerrar el evento, habló sobre su decisión de convocar a elecciones concurrentes en CABA, una definición que generó duras discusiones dentro de JxC los últimos días. Se paró y dijo: «Garantizo acá que no hay ninguna posibilidad de que haya una ruptura en JxC. Vamos a ir a las PASO todos los que queramos. Puede haber diferencias, pero quiero decir que lo que hice fue cumplir con la ley. Lo sostengo y voy a discutir con los que están de acuerdo y con los que no. Es mi decisión y me hago cargo».
El hachazo
Bullrich, la preferida de un auditorio colmado de empresarios de traje, señores de pelo blanco con camperas Barbour, otros de camisa y chaleco y algunos más jóvenes, con camisas a cuadros y boinas, dio un discurso que pretendió diferenciarse de Larreta y ser más radicalizado que el de Milei, quien la antecedió en la palabra. “Si tenemos superávit, vamos a poder darles un hachazo a las retenciones”, dijo sin vueltas. Empezó hablando de Sarmiento y agregó: «Propongo un cambio de régimen, un cambio que debe ir a las raíces de la construcción del sistema. Necesitamos un Banco Central independiente, tenemos que empezar cambiando la Constitución, para que nunca más podamos tener un banco que emite papel sin valor en Argentina”.
También aseguró que se necesita el fin del cepo cambiario: “El cepo hace que toda la producción se aplaste. Es importante no manipular la moneda y tomar decisiones respecto a los temas que hoy más le importan al campo”, subrayó. Para diferenciarse de Larreta dijo: “Necesitamos decisión y carácter político desde el primer día. Necesitamos que la plata del campo quede en el campo. Vamos a bajar las retenciones, yo no miento. Es más importante crecer que tratar de mantener un Estado que nos pone la pata encima”. Y siguió: «No necesitamos un cambio a medias o de algunas cosas. No necesitamos un cambio tibio. Necesitamos un cambio que debe ir a las raíces. No podemos demorar seis meses en hacer las cosas, no tenemos más tiempo». «No podemos seguir diciendo que no podemos, que venimos de a poco, que venimos al trote y no al galope», exclamó y, ya a los gritos, remató «no podemos trotar, necesitamos galopar».
La presidenta del PRO aprovechó para decir que no va a recortar en particular los presupuestos del Ejército, Educación, Ciencia o Salud, sino ajustar todo junto: «Bajo todo el 20 por ciento y genero la potencia para que ese 20 por ciento vuelva al sector privado», propuso. Habló de aplicar mano dura para los que «toman tierras y cortan calles» y para cerrar disparó una amenaza dirigida a sus opositores políticos: «Tenemos que ser capaces como pueblo de sacarnos de encima a los que nos traban la gobernabilidad. Las mafias y todos los que se ponen en el medio. Yo sé uno por uno quiénes son y tengo la disposición y el coraje para correrlos del camino. Lo voy a hacer».
Sin magia
Sobre el mismo escenario que en el fondo tenía estampado el logo de la SRA con su máxima «cultivar el suelo es servir a la patria», Larreta tomó distancia de Bullrich: «No voy a resolver todos los problemas el primer día, me van a aplaudir, pero eso no es serio. Acá no hay recetas mágicas», dijo y nadie lo aplaudió, a diferencia de a Bullrich, a quien no dejaban de ovacionar. Uno, incluso, le cantaba «Bullrich presidenta». Larreta resaltó: «Acá hay que pensar, planificar, hacer un plan a largo plazo, hay que laburar mucho. Yo tengo experiencia en gobernar, sé establecer un plan, fijar objetivos e ir a buscar las leyes que se necesitan. Sé trabajar en equipo. No les voy a venir con promesas falsas, estamos hartos de eso».
En los 20 minutos que cada candidato tenía para exponer, el jefe del gobierno porteño desarrolló siete propuestas «para el campo», entre ellas prometió la unificación cambiaria y dijo que las retenciones eran «horribles» y que, de a poco, las iba a bajar. Aclaró que «desde el primer día» iba a eliminar las retenciones para 200 productos de las economías regionales. También aseguró que iba a defender la propiedad privada.
Preocupados
Los empresarios escuchaban serios. Entre ellos estaban Daniel Funes de Rioja, de la UIA; Gustavo Weiss, de Camarco; Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio; Jaime Campos, de AEA; Alfredo González, presidente de CAME, entre otros. Habían comenzado a llegar al predio de La Rural cerca de las tres de la tarde y estuvieron escuchando a los precandidatos cinco horas. Muchos de ellos se mostraron preocupados por la tensión dentro de Juntos por el Cambio, pero dijeron a este diario que vieron que Macri se mostró «menos enojado, más aplomado y tranquilo». «Es lo que hay, esperemos que se acomode», decían y agregaron que «lo de esta semana no fue lindo, pero se van a alinear». Todos los consultados coincidieron en que el próximo presidente tiene que «sincerar y achicar el déficit de inmediato aunque eso cause dolor», y que Bullrich parece «dispuesta a dar con valor todas las batallas». De Larreta dijeron que «está más formado, tiene mejores equipos y sabe más de gestión», pero que no los termina de convencer.
Presa política
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, también habló de la interna de Juntos por el Cambio. Dijo que no se tenían que parecer a los radicales en eso y que cuando hay internas entre ellos él dice «calma radicales». «Hoy les digo: calma PRO, que fluya la buena energía. Somos un gran colectivo que se puede hacer cargo de la Argentina», disparó. También se vanaglorió de tener en su provincia una presa política: «En Jujuy terminamos con el Estado paralelo. La que está presa en Jujuy es la corrupción, pusimos presos a los corruptos y es lo que hay que hacer en la Argentina», dijo haciendo referencia a Milagro Sala. El auditorio estalló en aplausos.
El primero en hablar fue Milei. Habló de la necesidad de dolarizar el país y centró su propuesta en la eliminación de las retenciones y la brecha cambiaria. Sostuvo que “en estos 20 años al sector se le robó 170 mil millones de dólares con las retenciones, eso significa que el sector a lo largo de estos años generó 500 mil millones de dólares. Esto quiere decir que el Estado le robó al sector 500 mil millones de dólares con la brecha cambiaria”. “En mi casa me enseñaron que robar está mal. Si hago billetes en la fotocopiadora, es un robo; eso es lo que hace el Estado cuando emite dinero para respaldar al fisco», dijo. Por último, arengó a los empresarios a sumarse a su prédica antipolítica: «Los enemigos son los políticos. Los que quieren tener Banco Central son sus enemigos y los que quieren seguir cobrando las retenciones son sus enemigos. ¿Qué esperan para despertar? Esto es una estafa, a ustedes les robaron un PBI entero. Pónganse de pié y peleen por Argentina».