Un cuadro de parálisis intestinal postquirúrgica mantiene a la expresidenta internada, mientras la calle se transforma en un santuario de cartas y oraciones bajo las luces de un árbol de Navidad militante.
Un Obstáculo en la Recuperación
La salud de Cristina Fernández de Kirchner ha sumado un nuevo capítulo de cautela. El equipo médico del Sanatorio Otamendi confirmó que la lideresa enfrenta una parálisis transitoria de la función intestinal, una derivación técnica que, aunque esperable tras una intervención de tal magnitud, obliga a extender su hospitalización. Los médicos se mantienen en una «espera activa», brindando el soporte necesario y monitoreando minuto a minuto la respuesta de su organismo para evitar retrocesos.
Nochebuena en la Vereda: El «Árbol de los Deseos»
Mientras dentro del sanatorio el silencio hospitalario dominaba la escena, afuera el aire vibraba con otra energía. En una Nochebuena marcada por la política y el afecto, cientos de seguidores transformaron la vereda en un punto de encuentro.
No fue una vigilia silenciosa. La presencia del Padre Francisco “Paco” Olveira le dio un marco espiritual a la jornada, con una oración que unió a familias enteras bajo un mismo pedido de salud. Sin embargo, el centro de todas las miradas fue un árbol de Navidad improvisado, cuyas ramas no sostenían adornos convencionales, sino el sentimiento de su base:
- Cartas escritas a mano: Relatos de militancia y agradecimiento.
- Mensajes de esperanza: Deseos de una pronta vuelta a la escena pública.
- La mística intacta: Un altar urbano que demuestra que, para sus seguidores, el liderazgo de Cristina trasciende los muros del quirófano.
Perspectivas
La resolución del cuadro intestinal es la clave para recibir el alta médica. Por ahora, el Sanatorio Otamendi se mantiene como el epicentro de la atención nacional, dividido entre la rigurosidad de los comunicados científicos y la calidez de una militancia que decidió no dejarla sola ni siquiera en Navidad.
