El riojano ordenó que un grupo de libertarios insultaran y gritaran para desarticular la resistencia opositora a la votación del DNU del FMI. La sesión se convirtió en un caos.
La sesión para aprobar el DNU del acuerdo con el FMI se convirtió en un espectáculo lleno de tensiones y altercados en la Cámara Baja, luego de que se filtrara un audio del diputado Martín Menem, del bloque de La Libertad Avanza, en el que se puede escuchar claramente sus instrucciones a su bancada para desarticular la resistencia de la oposición mediante un clima de escándalo.
El mensaje, compartido en el grupo de WhatsApp del bloque, revela una estrategia para evitar el debate serio e imponer el acuerdo con el FMI a toda costa. Menem, con un tono desafiante, pidió que hubiera «siempre cuatro diputados pidiendo cuestiones de privilegio», lo cual dificultaría el avance de los oradores opositores. «Que me discutan, yo les voy a decir que no, que no es momento, pero griten, ténganlos siempre en todo momento», instó en el audio.
La estrategia no se limitó a palabras. Según Menem, no debían optar por un método pacífico. «Los quiero gritándome, puteando, nada de algo pacífico, ¿eh?», expresó, lo que deja en claro su intención de generar caos en la sesión para silenciar las voces disidentes. La neuquina Nadia Márquez, quien ocupó un rol clave en la organización de la bancada, se encargó de asignar a varios diputados para llevar a cabo este plan, incluyendo a Lilia Lemoine, César Treffinger, Mercedes Llano, Álvaro Martínez y Lisandro Almirón, el último de ellos protagonista de una pelea física en la sesión pasada con el diputado Oscar Zago.
El clima de la sesión se tornó caldeado desde el principio, y las acusaciones no tardaron en llegar. Germán Martínez, del Frente de Todos, acusó a Menem de intentar «achicar el debate» al imponer límites de tiempo a los oradores, lo que generó un cruce verbal entre ambos. «Quedate a laburar», le espetó Martínez, mientras el riojano trataba de imponer orden en la Cámara. Menem respondió con incredulidad, mientras Martínez arremetía: «Porque después pedís respeto y no lo cumplís».
Además de los altercados verbales, la sesión fue escenario de momentos grotescos. En un intento por calmar las tensiones de la última sesión, Menem intercedió para que Almirón pidiera perdón a Zago por la pelea ocurrida días antes. Sin embargo, el momento se convirtió en una comedia de situaciones, con Almirón tomando su papel demasiado en serio, y terminando la escena con un grito desaforado a Zago: «¿Qué querés, que te dé un pico? Vení, Zago, querido».
El escándalo no solo reflejó las tensiones internas dentro de la Cámara, sino también la estrategia del oficialismo para silenciar cualquier tipo de oposición y hacer avanzar el acuerdo con el FMI. En medio de estos altercados, los diputados de La Libertad Avanza buscaban que la sesión terminara a las 15 horas, y la votación se realizara sin mayores contratiempos. Sin embargo, las tensiones, los gritos y las acusaciones dejaron claro que la política argentina sigue atrapada en una dinámica de enfrentamiento y confrontación, donde el debate serio se ve opacado por el caos y la falta de respeto.