El origen de la romántica tradición en realidad poco tiene que ver con el Día de la Primavera.

Cuando uno es adolescente, las series y películas que vemos nos marcan de por vida con sus personajes entrañables y emocionantes tramas. Una de las productoras argentinas que mejor supo conectar con las audiencias jóvenes y creó las obras más icónicas de los 2000 en adelante fue Cris Morena.

Dentro de sus series más famosas se encuentran Rebelde Way, Chiquititas y Casi Ángeles, pero muchas chicas se sintieron identificadas con Floricienta, la producción protagonizada por Florencia Bertotti donde interpreta a una niñera con poderes mágicos que daría origen a una de las tradiciones más populares entre las parejas jóvenes: regalar flores amarillas el 21 de septiembre.

El origen de la tradición de regalar flores amarillas cada 21 de septiembre en Argentina

El comienzo de esta tradición se originó en la primera temporada, cuando Floricienta se enamora de Federico, el hermano mayor de los chicos a los que cuidaba en la mansión Fritzenwalden. Este era interpretado por Juan Gil Navarro, y en los sueños de la niñera, el frío hombre le regala unas flores amarillas como un gesto de amor. De fondo, se podía escuchar la banda sonora de la serie, también interpretada por Florencia Bertotti, que canta la situación de ella esperando en la vida real que su «príncipe» aparezca con un ramo floral.

Este acto se volvió una costumbre en la cultura popular debido a la cantidad de fanáticas que se identificaban con la situación de la protagonista, que estaban enamoradas de un hombre poco expresivo y emocional, peor con un corazón de oro en el fondo. Por eso, es un anhelo que sus parejas les regalen un ramo de flores amarillas el 21 de septiembre.