En un paso decisivo hacia la obtención de su título de grado, 36 alumnos de la carrera de Medicina de la Universidad Favaloro han culminado exitosamente su Práctica Final Obligatoria Rural (PFOR). Esta experiencia formativa, que se extendió desde el 24 de junio hasta el 30 de agosto, es el último requisito académico que les resta a estos futuros médicos antes de recibir su diploma. Durante este período, los estudiantes realizaron sus prácticas en diversos hospitales del interior de Santiago del Estero, contribuyendo significativamente a la salud pública de las comunidades donde fueron asignados.
Los estudiantes fueron distribuidos en nueve hospitales del interior de la provincia, ubicados en Frías, Loreto, Añatuya, Monte Quemado, Campo Gallo, Tintina, Fernández, Bandera y Los Telares. Cada uno de estos centros de salud, junto con sus respectivas postas sanitarias, funcionó como un hospital escuela, brindando a los alumnos un entorno práctico y real para aplicar sus conocimientos médicos bajo la supervisión de tutores e instructores asignados a cada uno de los servicios hospitalarios.
El rol de Santiago
Los hospitales del interior de Santiago del Estero han jugado un papel fundamental en la formación de estos futuros profesionales de la salud. La doctora Graciela Alzogaray, directora de la Dirección del Interior del Ministerio de Salud de la Provincia, destacó a Nuevo Diario la importancia de este proceso tanto para los estudiantes como para los hospitales. “Los hospitales siempre esperan con ansias la llegada de los estudiantes. Es un proceso que venimos trabajando desde hace tiempo, y que no solo beneficia a los estudiantes, sino que también revitaliza los hospitales, permitiéndoles renovar energías y capacitarse. Trabajar en estos espacios es lo que realmente forma a un médico, porque implica aprender a manejarse con lo que se dispone, enfrentándose a desafíos únicos que no se encuentran en otros contextos, estos proyectos se dan gracias a un Estado Provincial presente y notable en medio de la crisis”. Este enfoque en la formación rural no solo es una parte integral del currículo de Medicina, sino que también es un componente esencial de la salud pública en la provincia.
“Pensamos mucho en, una vez obtenido el título, regresar a trabajar aquí”
Estos futuros médicos, distribuidos en diversos hospitales del interior de Santiago, no solo han adquirido conocimientos médicos, sino que también han forjado lazos profundos con las comunidades que los acogieron. Durante una entrevista con Nuevo Diario, dos de estos estudiantes compartieron sus vivencias y reflexiones sobre la experiencia que, según sus propias palabras, los ha transformado tanto profesional como personalmente.
Delfina Villegas, una de las estudiantes, completó su rotación en Tintina. Al hablar sobre su experiencia, Delfina destacó emocionada no solo el aprendizaje médico que obtuvo, sino también el impacto que la comunidad tuvo en su formación como persona. “Me llevo muchas experiencias que como profesional me formaron, pero lo que más destaco son las experiencias y los aprendizajes que me dejó la comunidad de Tintina. El acompañamiento y las relaciones que he formado a través de mi rotación, tanto con los directivos como con toda la población, han sido muy significativos. La humildad y sencillez con la que fuimos recibidos me enseñaron más de lo que esperaba. Si bien me llevo mucha experiencia profesional, me llevo más de experiencia humana”, compartió. Por su parte, Santiago Fischer, quien realizó su rotación en el Hospital de Los Telares, expresó cómo la experiencia lo sacó de su zona de confort y le permitió crecer tanto personal como profesionalmente. “Fue un cambio radical venir de Buenos Aires a un pueblo en el medio del monte. Ir a las postas, conocer gente, y enfrentar situaciones que no estamos acostumbrados fue impresionante y desafiante. Pero todo esto nos ayudó a crecer como profesionales y como personas”, comentó Santiago. Además, subrayó la importancia del apoyo que recibieron desde el primer día por parte del hospital y la comunidad, quienes estuvieron siempre atentos a sus necesidades.
La experiencia de estos jóvenes médicos no solo ha sido enriquecedora a nivel académico, sino que también ha despertado en algunos de ellos un interés por continuar su carrera en el interior del país. Durante la entrevista, surgió el tema de la posibilidad de regresar a trabajar en las comunidades donde realizaron su rotación, como el deseo de Federico Kim de regresar a Fernández. Tanto Delfina como Santiago y otros compañeros expresaron su deseo de volver y contribuir, aunque sea ocasionalmente, al bienestar de estas comunidades. “Definitivamente nosotros vamos a volver. Nos ofrecieron volver cuando tengamos el título, y la verdad que por las relaciones sería lindo en un futuro poder regresar a Santiago del Estero”, afirmaron.