En un emotivo acto celebrado en el Salón de Usos Múltiples (SUM) del Palacio de Tribunales, el Dr. Federico López Alzogaray, presidente del Superior Tribunal de Justicia, encabezó la entrega de certificados a los jueces de paz no letrados de la provincia. La ceremonia destacó la importancia de estos funcionarios como nexo vital entre el ciudadano y las instituciones.

El Rol del Juez de Paz en la Comunidad

El Dr. López Alzogaray subrayó que los jueces de paz no solo actúan como «amigables componedores», sino que poseen facultades notariales y jurisdiccionales fundamentales. Su intervención directa busca evitar la escalada de conflictos familiares y vecinales a través de la mediación comunitaria.

Ejes de la Gestión y Proyectos Futuros

Durante el encuentro, se delinearon los objetivos estratégicos para el próximo ciclo:

• Capacitación en Mediación: Los jueces recibieron certificaciones otorgadas por el Ministerio de Justicia de la Nación en mediación comunitaria, una herramienta clave para la resolución alternativa de conflictos.
• Descentralización: Ante la extensión geográfica de la provincia, se busca potenciar la actividad en los centros judiciales de Monte Quemado, Frías, Las Termas, Añatuya, La Banda y Capital.
• Integración Estructura Judicial: Existe un proyecto firme para integrar definitivamente a la Justicia de Paz en la estructura activa del Poder Judicial, vinculándolos directamente con organismos como la Oficina de Violencia y el CeMARC.
• Educación: Se anunció la intención de introducir la mediación como materia de estudio en la educación pública provincial.

Relevancia Social

Con más del 36% de la población santiagueña residiendo en zonas rurales, la figura del juez de paz adquiere una relevancia singular. La Dra. Gabriela Álvarez, coordinadora de la Justicia de Paz No Letrada, destacó que el trabajo conjunto con municipios y comisiones municipales es esencial para garantizar una justicia de proximidad que llegue a cada rincón del interior.

El acto concluyó con un agradecimiento al esfuerzo de los magistrados por su capacitación continua y el compromiso de la presidencia del STJ de brindar los medios necesarios para facilitar su labor diaria.