«Hay que fijarse si tiene más fuerza una ley o una Constitución», dijo el jefe de Gabinete para justificar porque no cumplen con la ley que exige pasar los acuerdos con el FMI por el Congreso.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, estuvo cerca de cruzar una línea roja del sistema democrático que es el respeto por el Congreso. «Hay que analizar las normas constitucionales del país y fijarse si tiene más fuerza una ley o una Constitución», afirmó este sábado, para defender el decreto de Milei que busca saltearse la obligación legal de pasar los acuerdos con el FMI por el Congreso, conocida como ley Guzmán.
«El Gobierno utiliza una norma que surge de la Constitución y que es absolutamente legal. Acá lo que interesa es la relación entre el FMI y Argentina, no busquemos pelos en la leche», agregó en una entrevista con el programa Toma y Daca.
La frase de Francos es muy sintomática de una creciente tendencia de Milei a gobernar por decreto, que como reveló LPO, ya preocupa hasta el aliado bloque de senadores radicales. «Hace dos años que Milei no pasa el Presupuesto por el Congreso, nombro a los jueces de la Corte Suprema por decreto, nombró al embajador en los Estados Unidos por decreto, ahora también quiere pasar el acuerdo con el FMI por decreto. La pregunta lógica es: Cuanto falta para que digan: Cerremos el Congreso», afirmó a LPO un senador radical.
En la entrevista de esta sábado, Francos defendió los decretos para designar jueces y embajadores: «El nombramiento en comisión es una herramienta que tiene el Poder Ejecutivo», dijo.
Las declaraciones de Francos son polémicas. «No es el Poder Ejecutivo el que define si la Constitución se impone por sobre una ley determinada, es la Corte Suprema luego de un proceso judicial que la impugna. El sistema republicano ubica el control de constitucionalidad en el máximo tribunal», explicó a LPO un abogado constitucionalista.
Hay que analizar las normas constitucionales del país y fijarse si tiene más fuerza una ley o una Constitución.
La idea de priorizar los resultados económicos para correr los límites que marcan las instituciones no es nueva y tiene émulos en distintas partes del mundo, como detalla el libro Síndrome 1933 de Siegmund Ginzber.
No parece un detalle menos que el ideólogo del mileismo, el poderoso asesor Santiago Caputo, haya encargado meses atrás una megaencuesta para preguntarles a los argentinos si aceptarían un régimen autoritario a cambio de estabilidad económica, como reveló LPO.
«¿En qué país prefiere vivir? Dos opciones: En un país con un gobierno democrático que respete los derechos individuales de las personas o en un país con un gobierno autoritario que logre buenos resultados económicos», preguntó ese estudio.
Fuente: lapoliticaonline.com