Las Leliq del BCRA y los plazos fijos pagan un 78% nominal anual, que se amplía a una tasa efectiva del 113%. Pero el avance de los precios presiona a evaluar un nuevo incremento de los rendimientos en pesos.
El mundo financiero atraviesa semanas turbulentas. Las escasas reservas del Banco Central, una alta inflación, que supera el 100% interanual, y un creciente déficit de las cuentas públicas son temas que preocupan a los inversores.
En esa compleja coyuntura económica argentina en un año signado por elecciones presidenciales juega también su papel el canje de bonos que impulsa el Gobierno, al que deben adherir las entidades oficiales para entregar títulos dolarizados a cambio de otros pesificados. Y a la par, se suman las tensiones en el seno del sistema bancario global, que se iniciaron con la quiebra del estadounidense Silicon Valley Bank.
Toda esta incertidumbre siempre es terreno fértil para la demanda de dólares como cobertura. Por eso, algunos analistas locales ven la necesidad de una nueva suba de tasas de interés en abril por parte del Banco Central, ante las proyecciones de inflación que podría rondar el 7% en marzo.
El economista Salvador Di Stefano observó que “el Gobierno tiene por delante, en marzo, una inflación superior al 7,5% mensual, las tasas de las Letras de Tesorería rinden el 7,2% mensual, el dólar futuro abril versus el dólar futuro marzo tiene una brecha del 7,7% mensual. Con estos números por delante es imposible dejar la tasa de política monetaria en el 6,5% mensual, la cual representa el 78% nominal anual”.
Di Stefano prevé que “la tasa de política monetaria en abril se ubicaría por encima del 80% anual, de forma tal de equiparar los rendimientos de plazo fijo con la inflación. De lo contrario, habrá un proceso agresivo de dolarización de carteras”.
“Comparando las tasas de ROFEX (mercado de futuros) actuales con la inflación y tasa de política monetaria, creemos que las tasas pueden seguir subiendo en el corto plazo si continúan en un sendero de overshooting en la medida que sigan conociéndose datos desalentadores”, indicó un reporte de Delphos Investment.
“Sin embargo, si el equipo económico logra domar la macro, estas tasas implícitas lucen altas pero la incertidumbre actual y los potenciales malos datos de inflación de marzo llevan a que la prudencia domine la escena”, señaló.