Luego de que el Presidente apuntara contra el wokismo, varias figuras reprobaron sus dichos. «El Estado argentino entró en la fase definitiva del homoodio oficial», apuntaron.
El discurso del presidente Javier Milei de este jueves en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, se basó en fuertes ataques a lo que considera «agenda woke», que incluyó referencias homofóbicas que despertaron el repudio en redes sociales. «Nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo», lanzó, con intenciones de provocar y polemizar.
«Desde estos foros se promueve la agenda LGBT queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres solo si así se autoperciben y nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo o cuando un preso alega a ser mujer y termina violando a cuanta mujer se le cruce por delante en la prisión», afirmó el mandatario.
«Sin ir más lejos, hace pocas semanas fue noticia en todo el mundo el caso de dos americanos homosexuales que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a 100 años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años», ejemplificó.
«Quiero ser claro que cuando digo abusos no es un eufemismo porque en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos, por lo tanto, quiero saber quién avala esos comportamientos», insistió.
El Presidente aseguró que «están dañando irreversiblemente a niños sanos, mediante, tratamientos, hormonales y mutilaciones como si un menor de cinco años pudiera prestar su consentimiento a semejante cosa». «Y si ocurriera que su familia no está de acuerdo, siempre habrá gente del Estado dispuesto a interceder en favor, de lo que ellos llaman ‘el interés del menor’. Créanme que los escandalosos experimentos que hoy se realizan en nombre de esta ideología criminal serán condenados y comparados con aquellos ocurridos durante las épocas más oscuras de nuestra historia», planteó, sin referirse a cuáles son esas épocas.
«Y cubriendo esta multitud de prácticas abyectas está el eterno victimismo, siempre dispuesto a disparar acusaciones de homofobia, transfobia y otros inventos cuyo único propósito es intentar callar a quienes denuncian este escándalo de que las autoridades nacionales e internacionales son cómplices», concluyó.
Polémica en redes sociales por los dichos homoodiantes de Javier Milei
«El Estado argentino entró en la fase definitiva del homoodio oficial. Plan de exterminio mileísta ante los ojos del mundo. Aquello que marcan las leyes vigentes en el país no mitiga los incalculables efectos letales de este programa de aniquilamiento de las personas LGBTIQ+», expresó en su cuenta de X el periodista y locutor Franco Torchia.
Por su parte, el periodista Tomás Máscolo escribió: «Para Milei, los homosexuales somos pedófil0s. Dice boludeces y desinforma, la política de odio a la diversidad como política de Estado. Recuerden que a tres lesbianas le prendieron fuego en San Telmo, consecuencia directa de la catarata de odio y desinformación«.
«Hace mención de una pareja de homosexuales que fue condenada por abusar de sus hijos. Como si eso representara a todos los gays del mundo. Espantoso», opinó su colega Nicolás Castillo Abad.
En contrapartida, recibió defensas de partidarios, como el paladín de los ataques a lo que denomina «ideología de género», el influencer Agustín Laje. «Insuperable lo de Javier Milei en el Foro de Davos: destruyó el wokismo en su propio cuartel general. Le dijo a toda la élite globalista que habían generado y promovido una ideología de destrucción social. Milei sigue siendo faro para el mundo que viene», escribió en X.
En tanto, el legislador porteño libertario Ramiro Marra consideró: «Milei destruyó la agenda LGBT. Se acabó toda la mentira y locura progresista, el mundo necesitaba un líder que de un paso al frente en la lucha cultural».
Javier Milei: «El wokismo es la inversión de nuestros valores occidentales»
Luego, Milei hizo un largo repaso por lo que considera «la inversión de nuestros valores occidentales»: el feminismo, el ambientalismo, «la agenda asesina del aborto», «la agenda LGBT», la inmigración y el «adoctrinamiento» en las universidades.
«El feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad. Es redundante ya que la igualdad ante la ley existe en Occidente. Nos tildan de misóginos solo por defender un principio elemental de la democracia moderna«, enfatizó.
También planteó que «conservar el planeta para las próximas generaciones es cuestión de sentido común, pero con el wokismo pasamos a un ambientalismo fanático donde los seres humanos somos un cáncer y debemos ser eliminados«. En ese marco, volvió a negar el cambio climático, eje habitual en discursos de ultraderecha.
Otro de sus puntos fue el aborto, al que acusó de «haber sido llevado tan al extremo que en el planeta se está empezando a convertir en un problema la tasa de crecimiento de la población«.
«Desde estos foros se promueve la agenda LGBT. Nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo. En sus versiones más extremas la ideología constituye abuso infantil. Son pedófilos. Están dañando a niños sanos mediante tratamientos hormonales y mutilaciones», consideró.
Además, calificó a la inmigración a países más fuertes económicamente como «colonización inversa que se asemeja al suicido colectivo». «Cuando uno cuestiona estas situaciones es tildado de xenófobo o nazi», subrayó.
«El wokismo pretende secuestrar nuestro futuro. Desde las universidades está formando a las elites. ¿Qué nos queda para el futuro si les estamos enseñando a nuestros jóvenes a sentir vergüenza de nuestro pasado?«, remarcó.