El marcador lo abrió Diego Ulises Ortegoza para el «Lobo» mendocino, en el minuto 32, desde el punto penal. Mientras que la paridad llegó gracias al tanto de Kevin Retamar en el minuto 43 del complemento.
Güemes rescató un valioso y agónico empate 1-1 ante Gimnasia de Mendoza, en condición de visitante, por la sexta fecha de la Primera Nacional.
El equipo de Pablo Martel, que suma 4 unidades en el torneo, no jugó bien, pero al menos mostró esa rebeldía que uno les reclama siempre a esos equipos que están en desventaja en el tanteador; por eso tuvo su premio en los instantes finales, tras una guapeada de Nicolás Retamar (43m. ST). Antes, a los 32 de la etapa inicial, Diego Ortegoza, de tiro penal, había adelantado al «Lobo» mendocino.
El partido
Güemes comenzó de la mejor manera, con mucha dinámica de mitad de cancha hacia adelante. Tuvo sus aproximaciones el «gaucho». La más clara fue la de Jara (8m.), pero su disparo se fue por arriba del horizontal.
Sorprendió al local el juego de Güemes, pero los dirigidos por Luca Marcogiuseppe se acomodaron en el medio campo y todo se emparejó. A los 24 minutos, avisó Ortegoza, que se encontró con una buena respuesta de Mendonca, quien atajó en dos tiempos.
La apertura del tanteador llegó a los 32 minutos, cuando el local se proyectó por derecha, centro pasado, calculó mal el golero Mendonca y le cometió un penal infantil a Barbieri. El juez Ceballos no dudó y marcó la pena máxima. Desde los 12 pasos, Ulises Ortegoza venció la resistencia del golero visitante.
Después del 1-0 fue otro partido. Güemes sintió el impacto, se desdibujó y comenzaron las dudas. Así y todo, en una contra (37m.), Jara tuvo el empate en una jugada personal, que tapó el golero Giovini, y en la misma jugada, el atacante envió el centro en el rebote, y Assenatto cabeceó afuera. Después la tuvo Lentini, pero nuevamente Giovini se anticipó al cabezazo del atacante «gaucho».
En el complemento, Santiago Solari se perdió el 2-0 al rematar alto (7m.), tras un fallido despeje de Gabriel Fernández. Güemes respondió a los 16 con un tiro libre de Claudio Salto (ingresó por Asennatto), que explotó en el pecho de Giovini. Y dos minutos después, Ciccolini levantó su remate por sobre el travesaño, desde unos 25 metros, desde una buena ubicación. El partido se tornó de ida y vuelta. Los dos entrenadores, con los cambios, buscaron inyectarle nuevos bríos, mayor dinámica, energía y, sobre todo, piernas frescas para atacar. Como dijimos, el mediocampo se transformó en zona de tránsito rápido. Güemes iba con fuerzas, pero sin ideas; Gimnasia contraatacaba con muchos espacios, pero sin claridad.
Hasta que a los 42, ya con Gabriel Fernández jugando de «9», quizás cuando más desorganizado estaba jugando (dejaba muchos espacios atrás para la contra), patriada de retamar por izquierda, Carlos Speck que remata y el rebote le quedó servido nuevamente a Retamar, que acompañó la jugada hasta el final, para empujarla al fondo de la red. Uno a uno.
En los minutos finales, Gimnasia fue a buscar el triunfo con lo que le quedaba y en un tiro libre desde la izquierda, ganó Mondino en las alturas, pero su cabezazo dio en la base del palo derecho de Mendonca.
Así llegó el final, 1-. Un premio al esfuerzo de Güemes, que sin fútbol, pero con mucho del factor «H», se llevó un punto de una cancha difícil como lo es el Víctor Antonio Legrotaglie.