La mujer fue encontrada por el encargado de cuidar la casa que llegó a apagar las luces. La habrían visto «desorientada y cayéndose».

Una vivienda de inmediaciones de las calles Taboada y Posta de Yatasto del barrio Juan XXIII, más conocido como «El Pacará», de la zona norte de la ciudad Capital, se encuentra deshabitada momentáneamente, aunque la propietaria contrató a un vecino para que la cuidara. El joven de 30 años se presentó ayer alrededor de las 11.30 para apagar las luces que fueron encendidas antenoche para brindarle un poco de protección a la propiedad. Al ingresar, advirtió la presencia de una mujer tirada en el piso del patio y semitapada con una colcha. No respondía a los llamados, por lo que llamó a la Policía para contar lo ocurrido.

Personal policial de la Comisaría Comunitaria Nº 2 solicitó la presencia de una ambulancia y los paramédicos del Sease 107 corroboraron que estaba sin vida.

De acuerdo con las averiguaciones de la fuerza de seguridad, se trataba de una mujer de apellido Pacheco (34 años), quien era trabajadora sexual y tenía la parada en la zona de las «cuatro plazas» de Hipólito Yrigoyen y Constitución.

El cuerpo fue examinado por el médico de Policía y trasladado a la morgue para ser sometido a una autopsia a fin de determinar fehacientemente la causa de muerte.

Un testigo develó que, alrededor de las 22 de antenoche, vio a la mujer caminando desorientada y cayéndose en el citado complejo habitacional. Pensó que podría haber consumido bebidas alcohólicas o sustancias prohibidas.

Asimismo, a través de testimonios, los investigadores establecieron que antenoche habría estado con cuatro hombres de La Banda y la última vez que la vieron con vida se encontraba con un vecino de la calle Posta de Yatasto.

La fiscal Natalia Malachevsky ordenó que se mantuviera custodiada la casa donde encontraron sin vida a la mujer.