Inédita decisión en Francia: Macron volvió a nombrar al primer ministro que había renunciado hace cuatro días

Inédita decisión en Francia: Macron volvió a nombrar al primer ministro que había renunciado hace cuatro días
Getting your Trinity Audio player ready...

Sébastien Lecornu dimitió esta semana en medio de presiones internas. La jugada del presidente francés sorprendió incluso dentro de su propio movimiento.

Francia atraviesa una crisis política sin precedentes. En una jugada que sorprendió incluso dentro de su propio movimiento, el presidente Emmanuel Macron decidió reelegir a Sébastien Lecornu como primer ministro, luego de días de tensas negociaciones en el Palacio del Elíseo.

La decisión, calificada como “inédita” por la prensa francesa, llega en un contexto de ingobernabilidad y creciente descontento social.

Lecornu, exministro de las Fuerzas Armadas y hombre de confianza de Macron, se sucede a sí mismo, luego de haber renunciado días atrás en medio de presiones internas. Su nuevo nombramiento fue interpretado como un gesto de continuidad en un país que exige cambios. “Es cambiar algo para que nada cambie”, resumieron analistas en París.

El presidente rechazó la posibilidad de formar un gobierno de cohabitación con los socialistas, ecologistas y comunistas; una propuesta que buscaba representar el equilibrio parlamentario surgido de las últimas elecciones.

En rigor, la reunión con los líderes políticos en el Palacio terminó en fracaso: la mayoría de los presentes coincidió en que Macron se mantiene “aislado” y “encerrado en su propio ego”. Uno de los asistentes lo definió sin rodeos: “Es como una suerte de Nerón. Está solo, no escucha sino su narcisismo”.

El país se enfrenta a una situación límite. Con un Parlamento fragmentado en tres bloques —izquierda, extrema derecha y centro—, la aprobación del presupuesto 2026 se convirtió en una carrera contrarreloj.

Lecornu deberá presentarlo el lunes ante una Asamblea Nacional en la que ninguna fuerza tiene mayoría. Mientras tanto, la posibilidad de una nueva disolución parlamentaria gana fuerza, ante la amenaza de que las leyes sean bloqueadas sistemáticamente por la oposición.

Desde el Banco Central francés advirtieron que la incertidumbre política ya impacta en la economía: la confianza empresarial cae, las ventas se desploman y el consumo se frena. “La incertidumbre es el enemigo número uno del crecimiento”, alertó su director, François Villeroy de Galhau.

Los partidos de izquierda, encabezados por el socialista Olivier Faure, se retiraron de las negociaciones “sin respuestas a las preguntas del pueblo francés” y con la advertencia de que impulsarán una moción de censura inmediata si el Ejecutivo no cambia el rumbo.

Entre los aliados de Macron, el desánimo también se hizo visible. Antiguos referentes del oficialismo, como Édouard Philippe y Gabriel Attal, guardaron silencio o evitaron respaldarlo abiertamente. El conservador Laurent Wauquiez, por su parte, advirtió que “el deseo de no disolverse no basta para gobernar el país”.

Compartir