A través del programa nacional de soluciones para el acceso al agua del Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Las primeras 20 cisternas fueron instaladas en Real Sayana, Lugones y Herrera. A fin de este año se procederá a la instalación de otras más.
Reducir las brechas históricas de acceso al agua y el saneamiento de quienes habitan en comunidades rurales dispersas, es el principal objetivo del programa de la Nación aprobado por resolución del Ministerio de Obras Públicas.
Actualmente, se está trabajando en los municipios de Real Sayana, Lugones y Herrera, departamento Avellaneda, donde se van a construir 81 sistemas para almacenar agua de lluvia, generando un cambio significativo en la vida de 314 personas.
Hasta el momento se llevan construidas 20 cisternas y a fin de año se estima finalizar los sistemas de agua restantes.
Este programa sienta un precedente porque focaliza su atención en brindar soluciones alternativas para el acceso al agua y el saneamiento a poblaciones que habitan en zonas rurales dispersas.
Este programa se lleva adelante a través de la ejecución de obras de sistemas de gestión familiar para el acceso al agua y al saneamiento seguros, a través de la colaboración y articulación con gobiernos municipales y organizaciones de la sociedad civil.
“El acceso al agua y al saneamiento son problemáticas sociales que requieren de soluciones particulares y situadas. Para brindar acceso a estos servicios y contribuir desde la gestión estatal a la construcción de territorios sustentables, es necesario realizar inversiones que no están al alcance de la mayoría de las familias, por lo que se requiere inversión pública”, detalla el ingeniero civil José María Regueira, a cargo de la DNAPyS.
“En el ámbito rural disperso es un espacio de intervención complejo: a la escasez de agua se suma el aislamiento geográfico y el nivel de dispersión de las comunidades, por los kilómetros de distancia que existen entre las viviendas”.