Las reconocidas mariposas blancas se hacen sentir en la Madre de Ciudades. El informe en la nota.
La reciente aparición masiva de mariposas blancas, conocidas localmente como pirpintos, ha captado la atención de los santiagueños, quienes observan este fenómeno como parte del ciclo natural que caracteriza a esta especie. Aunque el evento es llamativo, no representa ningún peligro para la salud humana ni para las cosechas.
Un fenómeno de migración anual
Los pirpintos son mariposas de la especie Ascia monuste, conocidas por su migración anual. Este desplazamiento comienza en el norte de Bolivia y se extiende hacia el sur de Argentina, un recorrido que se repite cada año con intensidades variables.
Es una mariposa de hábitos diurnos y en primavera y verano se produce su ciclo biológico desde huevos, larvas, crisálidas y adultos, formando grandes poblaciones, las cuales son favorecidas por las condiciones de temperatura y humedad del verano.
Otra especie presente, Pieris rapae, es una mariposa blanca pequeña que habita en todos los continentes, salvo en la Antártida. Ambas especies son diurnas y su ciclo biológico se desarrolla principalmente durante la primavera y el verano, cuando las condiciones climáticas favorecen su proliferación.
Inofensivas y simbólicas
A pesar de su número, las mariposas blancas son completamente inofensivas para los humanos y las cosechas. En varias culturas sudamericanas, los pirpintos son considerados un símbolo positivo, asociado con la llegada de la temporada de lluvias o el inicio de climas cálidos.
Un espectáculo natural que fascina
Para los santiagueños, la invasión de pirpintos no solo es un recordatorio del equilibrio natural, sino también una oportunidad para apreciar un fenómeno que conecta a la región con el resto del continente.
Si bien esta presencia masiva puede resultar inusual para quienes no están familiarizados con el ciclo de estas mariposas, entender su migración y su papel en el ecosistema permite valorar este evento como una manifestación más de la riqueza natural que caracteriza a Santiago del Estero.
En nuestra cultura son tan significativos que hasta le dieron nombre a una localidad.