Japón suspendió la limpieza de la central nuclear de Fukushima

Japón suspendió la limpieza de la central nuclear de Fukushima

Retirar los restos de combustible altamente radiactivo es fundamental para asegurar y desmantelar los reactores destruidos en el terremoto y el tsunami de 2011. Pero nunca antes se ha intentado una tarea semejante.

El primer intento de recuperar una minúscula cantidad de restos de combustible altamente radiactivo de la central nuclear japonesa de Fukushima Dai-ichi, se retrasó poco antes de que la delicada maniobra tuviera lugar el 22 de agosto, pero los analistas y el operador de la central insisten en que el retraso será breve.

Aunque se esperaba que los primeros restos pudieran recuperarse ya en 2021, los expertos afirman que garantizar la seguridad sigue siendo la prioridad absoluta y que los retrasos son inevitables mientras los ingenieros nucleares intentan algo que nunca antes se ha intentado.

«Recuperar los restos de combustible de los edificios de los reactores de la central de Fukushima es una tarea muy importante de la que puede decirse que es el núcleo del desmantelamiento», declaró a DW un funcionario de Tokyo Electric Power Co (Tepco).

«Aunque la cantidad de restos recuperados en esta operación de prueba será sólo de unos pocos gramos, creemos que existe una gran posibilidad de que el análisis de toda la información posible de los restos contribuya en gran medida al trabajo de desmantelamiento en el futuro», dijo el funcionario, que no quiso dar su nombre.

¿Qué implica la limpieza?

Los responsables de Tepco subrayaron que la recuperación de los escombros «es una tarea extremadamente difícil que no tiene precedentes en el mundo. Seguiremos adelante con los trabajos con cuidado, con la seguridad como máxima prioridad, para no afectar al medio ambiente circundante.»

El 11 de marzo de 2011, tres de los seis reactores de la instalación sufrieron fusiones tras un terremoto de 9 grados que desencadenó una serie de potentes tsunamis. Fue el peor desastre nuclear después de la crisis de abril de 1986 en Chernóbil. La radiactividad de los tres reactores dañados se extendió por amplias áreas del noreste de Japón, donde hasta el día de hoy está prohibido el acceso a algunas zonas.

Durante la fusión, el combustible nuclear de la cámara de contención se fundió y se mezcló con el material que formaba la cubierta de las barras de combustible, junto con restos del interior del edificio del reactor, antes de volver solidificarse en escombros.

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