La legisladora fue recientemente noticia por haber participado en una visita a represores condenados en el Penal Federal de Ezeiza, entre ellos Alfredo Astiz.
La reunión de la Comisión de Adultos Mayores en la Cámara de Diputados se tornó en un escenario de tensión y rechazo cuando al menos siete expositores de organizaciones vinculadas con los adultos mayores decidieron abandonar la comisión tras reconocer la presencia de la diputada Lourdes Arrieta. Arrieta, miembro de La Libertad Avanza, fue recientemente noticia por haber participado en una visita a represores condenados en el Penal Federal de Ezeiza, entre ellos Alfredo Astiz, conocido por sus crímenes durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
El conflicto comenzó cuando Luis Rivadeneira, representante del Frente de Adultos Mayores de La Cámpora, tomó la palabra para expresar su desacuerdo con la presencia de Arrieta en la reunión. “Como exdetenido, no puedo estar sentado con negacionistas y quienes defienden y visitan a los genocidas. Con esas personas no me puedo sentar”, declaró Rivadeneira, antes de abandonar la sala acompañado de aplausos de otros presentes.
Noemí Fernández, del Centro de Trabajadores Jubilados y Pensionados ATE CABA, respaldó las palabras de Rivadeneira y dirigió sus críticas directamente a Arrieta. Fernández subrayó la falta de respeto hacia la memoria de los 30.000 desaparecidos y lamentó la falta de sinceridad en el debate. “Pido disculpas diputados, pero me parece que llegó la hora en la Argentina de hablar con la verdad y no ser hipócritas”, afirmó Fernández antes de retirarse.
Durante la sesión, la diputada Gisela Marziotta sugirió que la reunión podría ser reprogramada para otro momento, y mencionó que el tema de la conducta de los diputados involucrados en la visita a los represores sería llevado al recinto de la Cámara baja. Sin embargo, la sesión no pudo llevarse a cabo por falta de quórum.
Arrieta, por su parte, defendió su postura alegando que fue engañada para participar en la visita a los represores. La diputada aseguró que había recibido amenazas y que su visita no era un acto de hipocresía, sino un error que lamentaba profundamente. “Mi credibilidad vale ante todo. Por eso me presenté ante la Justicia”, sostuvo Arrieta.
La situación escaló cuando Renee Girardi, del Frente de Adultos Mayores de Unidos y Organizados, acusó a Arrieta de reunirse con personas implicadas en atrocidades como la tortura y la sustracción de niños. Girardi exigió que Arrieta se retirara para poder continuar con la comisión y expresó su desaprobación directa a la diputada.
El mayor enfrentamiento se produjo con Olivia Ruiz, secretaria de Previsión Social de la CTA de los Trabajadores, quien acusó a Arrieta de discriminación y cuestionó su reflexión sobre su papel como diputada. “No te está discriminando nadie porque estás sentada ahí y los que nos vamos somos nosotros. Si te engañaron, tendrías que preguntarte qué pasó que no reflexionaste sobre tu condición como diputada”, le dijo Ruiz.