La medida se da tras una recomendación del Departamento de Salud y Servicios Humanos federal que lanzó una revisión del estado de la droga a petición de Biden.
El gobierno del presidente norteamericano Joe Biden propuso formalmente este jueves reclasificar a la marihuana como una droga de bajo riesgo, un cambio histórico que acercaría la política federal a la opinión pública.
“Nadie debería estar en la cárcel simplemente por usar o poseer marihuana. Punto”, dijo Biden en una declaración en video. “Demasiadas vidas han sido alteradas debido a un enfoque equivocado hacia la marihuana y me he comprometido a corregir esos errores”, publica La Nación.
La marihuana ha sido clasificada desde 1970 como una droga perteneciente a la Lista I, según la Ley de Sustancias Controladas (CSA, por sus siglas en inglés), junto con la heroína, el éxtasis y el LSD, lo que supone que carece de un uso médico aceptado y que tiene un alto potencial de abuso.
La propuesta la rebaja a una droga de la Lista III, junto con la ketamina y los analgésicos que contienen codeína, con una probabilidad de dependencia de moderada a baja.
La iniciativa para reclasificar el cannabis fue presentada por la administración Biden a finales de abril, y el Departamento de Justicia inició oficialmente el proceso hoy. La marihuana seguirá siendo una sustancia controlada hasta que se complete el proceso, que incluye un período de consulta pública y una posible audiencia ante un juez.
El anuncio en año electoral podría ayudar a Biden, un demócrata, a impulsar el decaído apoyo, particularmente entre los votantes más jóvenes.
El aviso de la propuesta de reglamentación presentado al registro federal inicia un periodo de comentarios de 60 días seguido de una posible revisión por parte de un juez administrativo, un proceso potencialmente largo.
Biden y un número cada vez mayor de legisladores de los dos partidos políticos han estado presionando para que se adopte la decisión de la DEA a medida que la marihuana se ha despenalizado y aceptado cada vez más, especialmente entre los más jóvenes.
El Consejo del Cannabis de Estados Unidos, un grupo comercial, recibió con agrado el cambio propuesto, señalando que “marcará un cambio tectónico que se alejará de las políticas fallidas de los últimos 50 años”.
En 2022, Biden se convirtió en el primer presidente en iniciar una revisión federal de la política sobre la marihuana. Según un sondeo del Pew Research Center, el 88% de los estadounidenses cree que la marihuana debería ser legal para uso médico o recreativo. Sólo el 11% dijo que no debería ser legal en absoluto.
De promulgarse esta ley también permitiría investigar más sobre sus beneficios medicinales. Las drogas de la lista uno se consideran altamente adictivas y sin beneficios médicos, mientras que las de la lista tres tienen un potencial de dependencia física y psicológica de moderado a bajo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) dijo que encontró “algún apoyo científico creíble para el uso de la marihuana en el tratamiento del dolor crónico, la anorexia relacionada con una condición médica, y las náuseas y los vómitos”.
“Además, no se identificaron preocupaciones de seguridad en la revisión de la FDA que indicaran que el uso médico de la marihuana plantea riesgos de seguridad inaceptablemente altos”, dice la propuesta.
Medida histórica
El cannabis fue prohibido por primera vez a nivel federal en 1937, una decisión que, según los críticos, se tomó en gran medida siguiendo un razonamiento racista, ya que se percibía como una droga íntimamente ligada al ambiente del jazz y a los inmigrantes mexicanos.
La década de 1970 trajo la “guerra contra las drogas”, que también afectó desproporcionadamente a las minorías, antes de que el movimiento por la marihuana medicinal echara raíces en la década de 1990. En 2012, los estados comenzaron a legalizar el cannabis recreativo para adultos.
La reclasificación de la marihuana representa un primer paso hacia la reducción del abismo entre las leyes estatales y federales sobre el cannabis. La droga es legal de alguna forma en casi 40 estados.
Aunque la reclasificación de la droga no la convierte en legal, abriría las puertas a una mayor investigación y uso médico, ayudaría a reducir potencialmente las sanciones penales y aumentaría la inversión en el sector del cannabis. Si la clasificación de la marihuana se suavizara a nivel federal, las empresas de cannabis podrían obtener importantes beneficios, como poder cotizar en las principales bolsas de valores y deducciones fiscales más generosas.