A través de un mensaje en redes sociales, desde Israel, el Presidente aseguró que no negociará “con quienes destruyeron el país”.
Javier Milei se expresó rápidamente luego de que se cayera la sesión en Diputados por la Ley Ómnibus y el oficialismo comunicara su decisión de que el proyecto vuelva a debatirse en comisión. Desde Israel, compartió un mensaje en sus redes sociales en el que asegura que va a seguir con su programa “con o sin el apoyo de la dirigencia política que destruyó nuestro país”.
“La casta se puso en contra del cambio que los argentinos votamos en las urnas. Sabemos que no va a ser fácil cambiar un sistema donde los políticos se hicieron ricos a costa de los argentinos que se levantan todos los días a trabajar. Nuestro programa de gobierno fue votado por el 56% de los argentinos y no estamos dispuestos a negociarlo con quienes destruyeron el país”, apuntó el jefe de Estado.
Luego, denunció que “hay sectores de la política que se resisten a hacer los cambios que el país necesita”.
“Van a tener que explicarle a la sociedad por qué. Vamos a continuar con nuestro programa con o sin el apoyo de la dirigencia política que destruyó nuestro país”, insitió. Y concluyó, tal su costumbre: “VIVA LA LIBERTAD CARAJO”.
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Minutos antes, en un comunicado difundido por la Oficina del Presidente se apuntó en duros términos contra los gobernadores que, según la visión del Gobierno, incumplieron los acuerdos que se habían alcanzado.
“Este martes, los gobernadores tomaron la decisión de destruir la ‘Ley Bases y Puntos para la Libertad de los Argentinos’ artículo por artículo, horas después de acordar acompañarla. Decidieron darle la espalda a los argentinos para proteger sus intereses e impedir que el Gobierno Nacional cuente con las herramientas para resolver los problemas estructurales de la Argentina”, se manifestó.
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En ese sentido, el texto resalta que Milei “asumió el 10 de diciembre de 2023 con la responsabilidad de liberar las fuerzas productivas de la Nación, enfrentar la inflación y terminar con el déficit”, por lo que “no va a permitir que quienes hace años se benefician de un sistema corrupto y empobrecedor, frustren el futuro de todos los argentinos”.
“Llegaron a sus puestos y bancas levantando las banderas del cambio, para hoy traicionar a sus votantes. No vamos a seguir discutiendo con quienes exigen mantener sus privilegios mientras el 63% de los chicos argentinos no come”, disparó Presidencia contra la oposición con la que más negoció en los últimos días, sobre todo del PRO y la Unión Cívica Radical.
El comunicado presidencial concluye advirtiendo que “la ley se debatirá cuando entiendan que es el pueblo quien la necesita, no el Gobierno”.
Tras la aprobación en general de la ley el viernes pasado y con el Gobierno pensando que tenía sólidos acuerdos para transitar la discusión artículo por artículo, ahora deberá retomar las negociaciones con la oposición “dialoguista”, que asegura querer acompañar el proyecto, pero a última hora sumó nuevas objeciones.
La sesión comenzó pasadas las 14 y había logrado la aprobación de los primeros seis artículos. Así, el Gobierno se había asegurado la confirmación de los aportados que hablan de la situación de emergencia y las facultades delegadas para el presidente de la Nación. Esto, sin embargo, sufrió modificaciones.
Cuando la tarde avanzaba hacia la discusión del capítulo que autoriza la privatización de una lista de empresas públicas, la sesión en el recinto de la Cámara de Diputados pasó a un cuarto intermedio. Luego de una hora de parate y tensos intercambios en los pasillos del palacio legislativo. El oficialismo regresó y puso fin a una sesión que prometía extenderse por varios días.
En efecto, luego de la votación de los primeros seis artículos, Miguel Ángel Pichetto solicitó una reunión de los jefes de bloque con Martín Menem. Al volver, el oficialismo levantó la sesión por falta de acuerdo en el capítulo de las privatizaciones.
Menem, presidente del cuerpo, subió a su estrado y comunicó la decisión del oficialismo. Antes tuvo lugar un intercambio entre funcionarios del gobierno nacional y legisladores de la oposición. Los representantes del Ejecutivo dejaron claro a quiénes apuntan por el paso fallido del proyecto hacia su aprobación: los gobernadores de las provincias cuyos legisladores debían acompañar con su voto la ley.
De esta manera, la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que inició su derrotero con más de 600 artículos y llegó al recinto de la cámara de diputados con casi la mitad, queda en un compás de espera antes de su aprobación, algo que la presidencia de Javier Milei considera fundamental para desempeñar su gestión.